Este martes la mayoría de los centros comerciales reabrieron sus puertas bajo un estricto protocolo sanitario, siendo otro paso para entrar a la «nueva normalidad», mientras el país disminuye la curva de contagios por COVID-19.
En las entradas de los centros comerciales dispusieron alfombras sanitizantes, dispensadores de alcohol en gel de uso obligatorio y cámaras termográficas. Si la temperatura de un cliente supera los 37°C, se le prohibirá entrar.
Los pisos están marcados con puntos que recuerdan mantener una distancia de al menos 1,5 metros con otras personas y cada tienda tiene carteles con la cantidad máxima permitida en ellos.
Por el momento los cines ubicados dentro de los centros comerciales permanecerán cerrados, los locales de comida solo pueden despachar para llevar, pero se espera que en dos semanas se empiece a atender al público en las mesas.
Días atrás el secretario de la Presidencia, Álvaro Delgado, anunció que se implementarán testeos aleatorios a clientes y empleados para así “poder tener un muestreo de la circulación viral si es que la hay”. También remarcó que habrá inspecciones por parte de los ministerios de Trabajo y de Salud Pública que aseguren el cumplimiento de las medidas.
El país tiene 3,4 millones de habitantes, desde hace dos días consecutivos no registra nuevos casos de COVID-19 y solo 84 personas están cursando la enfermedad, menos de la mitad que hace un mes atrás, según datos oficiales.
