El vicepresidente de Undeco, Orlando Jiménez, aseguró que hay una presión psicológica a los comerciantes de Barranquilla y su área metropolitana cuando constantemente están siendo llamados para extorsionarlos.

“Lo que sabíamos es que se ejerce una presión tan fuerte que el comerciante opta por pagar creyendo que va tener solución, pero al mes o dos meses le llegan con otra solicitud a veces a nombre de la misma banda o otro grupo, donde el comerciante siente que no puede seguir sosteniendo estos pagos y entonces entra la presión psicológica y opta por cerrar el negocio como ha ocurrido en Barranquilla”, dijo Jiménez.

El directivo también precisó que algunos comerciantes “mal vende el negocio, otro nombran un administrador o se mudan de barrio buscando tener seguridad, pero la realidad es que están teniendo una preocupación económica y psicológica los pequeños comerciantes de Barranquilla, Soledad y Malambo”.

Además, reiteró que es muy probable que se esté dando la modalidad de testaferros de ‘Los Costeños’ para comprar negocios que están siendo extorsionados.

“Es posible que se esté dando esto porque aquí tenemos negocios que tienen un precio determinado y a última hora terminan vendiendo el inmueble con el establecimiento de comercio a un 20 o 30 % menos de lo que puede costar”, puntualizó.

Jiménez aseguró que ya 50 tiendas han cerrados sus puertas en Barranquilla y su área metropolitana por la ‘ola’ de extorsiones.