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Un debate para sumar puntos

Candidatos a la Alcaldía de Bogotá 2019.
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Un par de manos husmean para cerciorarse de que el sujeto en requisa esté limpio. Actúan como sabuesos en busca de algo prohibido. Es mi turno de pasar por la requisa soy revisado como cualquier otro. No hay delito, así que continuó al ingreso de lo que sería el primer debate de candidatos a la alcaldía de Bogotá. Hubo que registrarse para ingresar a ese espacio, un local encerrado pero que dejaba ver todo su interior por medio de las ventanas que daban al pasillo del Centro Comercial el Ensueño, en la Localidad de Ciudad Bolívar.

Al interior la energía era similar a la de un partido de fútbol en el estadio el Campín. Las barras se ubicaron por grupos, unos con pitos, carteles o simplemente se hacían notar con el uso de su voz acompañada por aplausos. Se gritaban consignas, cánticos y uno que otro insulto.

El protocolo sin himno nacional empezó a las 12 en punto. Y como si se tratara de una leyenda del fútbol fue recibido un invitado especial, el ex ministro de justicia Juan Carlos Pinzón, quien dio la bienvenida inicial y declaró un juego limpio en el debate. Ahora es el turno de Vicky Dávila, la árbitra en lo corrido del juego da la entrada a los invitados. La nómina presente se ubicaba así: como lateral derecho y con la casaca del movimiento Avancemos Miguel Uribe; lateral izquierdo con la barra del partido MAIS Hollman Morris; junto a él como defensor del medio ambiente Luis Ernesto Gómez, con la banda de capitán del movimiento Activista; le seguía Andrea Nieto ocupando la posesión de independiente; más adelante y de perfil bajo hasta que sonó su barra Ángela Garzón, la fichada por el Centro Democrático y como jugador experimentado Lucho Garzón.

Vicky Dávila y Juan Carlos Pinzón.

El juego inició con un regate de cada participante, todos sacaron a relucir su talento con una introducción de lo que harían si llegasen a ganar el título de Alcalde. Cada uno mencionó un punto clave. Morris dio el saque inicial y recalcó el metro subterráneo, Gómez dio importancia al día y la tierra hablando de una Bogotá sostenible, Nieto mencionó sus palmarés y experiencia, Ángela Garzón puso sobre la cancha una educación de calidad para los bogotanos, Lucho mencionó tres puntos: Política social, política de derecho y su experiencia como administrador y al final, Miguel Uribe reseñó que viene con el objetivo de terminar con lo comenzado y avanzar sobre lo construido.

El debate continuó su rumbo, las barras se volvían bravas cada vez que hablaba su representante en cancha. Los pitazos de Vicky iban dirigidos hacia temas como el metro, el Transmilenio por la séptima y las problemáticas de seguridad.

La tensión aumentó cuando se habló del pico y placa para las motos. Lucho Garzón tomó la vocería dando una patada fuerte al balón, proponiendo quitar el pico placa para las motos y además a eso proporcionarles un carril exclusivo en el que se pudieran transportar. El público se sorprendió y se levantaron de las sillas para estar aún más pendiente, los demás jugadores propusieron opiniones variadas dejando ver sus ideas de gobierno.

El juego por momentos se iba calentando, el nivel aumentaba cada vez que los contrincantes se lanzaban la pelota. Unos recordando y criticando las administraciones del presente y el pasado, buscando culpables entre los asistentes debido a las cercanías que presentaban con personajes de la política colombiana. Las menciones e indirectas entre Morris y Uribe subían los ánimos. El público chiflaba a uno y al otro, pero por momentos era Miguel Uribe una víctima del sabotaje, esto por su cercanía a la Alcaldía de Peñalosa. Las barras no le dejaban hablar, los chiflidos de la gente produjeron un calentón en Uribe quien pidió respeto y lanzó un balonazo en forma de frase “Al único que chiflan y gritan es a mí. Ahora, si todos están contra mí, yo no tengo problema en atenderlos a cada uno aquí con argumentos. Por favor, necesito que me dejen responde”.

Público asistente al debate por la Alcaldía de Bogotá.

El debate iba concluyendo, era justo dar un tiempo de adición pues los temas a tratar eran bastantes y el espacio para hablar era muy poco. Al final la conclusión fue que los candidatos aún están cañando como se dice popularmente, las propuestas varían, pero no se concretan con argumentos amplios que logren convencer a la gente.

Punto clave, muchos la tendrán difícil por los nexos que tienen con políticas tradicionales caso Hollman Morris cercano a Petro, Miguel Uribe ex miembro del gobierno Peñalosa y en una ciudad como Bogotá que ha demostrado que vota diferente, Ángela Garzón por ser partidaria del Centro Democrático. Los demás en juego como Luis Ernesto Gómez presenta propuestas interesantes, pero le hace falta desarrollarlas para darlas a entender a los ciudadanos. Ángela Nieto va con un perfil bajo, no se ha notado mucho su participación y aspiración; presenta ideas como la Bogotá 24 horas pero es importante que afiance su deseo a la Alcaldía haciéndose más visible. Y Lucho Garzón, quien mencionó a la ciudadanía dejar de elegir a los mismo representantes, siendo el parte de esa grupo.

Las impresiones son superficiales, el debate por su corto tiempo y mal manejo en las intervenciones por parte de la moderadora no deja sacar conclusiones de quien podrá ser un fichaje clave para la Alcaldía. Los candidatos están empezando a dar sus ideas y por eso es apresurado dar como favorito a X o Y persona.

Lo que sí es seguro es que no podemos elegir a un representante que haga de lo mismo de sus antecesores. No está bien dejarnos guiar por emociones polarizadas sino más bien por quien llegue a proponer alternativas y soluciones para la ciudad. Como ciudadanos, somos responsables de que en octubre el vencedor sea el más conveniente para la administración de la Capital, no el que más maquinaria política tenga y menos el que más tamales ofrezca.