El Parlamento de Tailandia aprobó el consumo de marihuana con fines medicinales y de investigación en el país, de esta forma, los consumidores podrán tener una cantidad específica para el tratamiento de enfermedades siempre y cuando presenten los certificados necesarios emitidos por profesionales de la medicina o la medicina tradicional tailandesa.

Con la aprobación de esta reforma, el país se convierte en el primero del Sudeste Asiático en unirse a esta práctica junto a otros países como Canadá, Australia, México, Brasil y algunos estados de Estados Unidos.

La junta militar que gobierna el país, se pronunció con 166 votos a favor del proyecto y 13 en contra. De esta manera, se aprobó la legalización, producción, importación, exportación, posesión y uso de marihuana y productos del kratom (una planta de la familia del café) para fines exclusivamente medicinales. Según el proyecto, la posesión de estas dos sustancias será legal en cantidades necesarias para tratamientos junto a una prescripción o certificado emitido por médicos, dentistas o especialistas de medicina tradicional e indígena.

La decisión es una buena noticia para el consejo nacional de agricultores de Tailandia ya que deberá ayudarlos a diversificarse. Tailandia sigue siendo un país agrícola, dominado por el cultivo de arroz y la explotación de árboles de caucho.

La marihuana había sido una medicina tradicional durante siglos antes de que fuera prohibida en los años treinta. Se sabía que los trabajadores lo usaban como un relajante muscular. Según informes, se utilizó para aliviar los dolores de parto de las mujeres.

Antes de la firma de esta reforma, la posesión, el cultivo y el transporte de más de 10 kg se castigaban con 2 a 15 años de prisión y/o una multa. Para la mayoría de las personas arrestadas por posesión de pequeñas cantidades de marihuana se impondría una multa, en lugar de la pena de prisión.

Durante mucho tiempo y antes de que fuera clasificada como narcótica en los años 1970, la marihuana fue considerada como una hierba tradicional en Tailandia y a pesar de que varios países han legalizado el consumo de marihuana para fines médicos e incluso de ocio, la droga sigue siendo ilegal en la gran mayoría del sureste asiático, que tiene además algunas de las legislaciones más duras respecto a drogas del mundo.