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Roy Barreras y el presunto carrusel de contrataciones que le endilgan

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Un nuevo escándalo estalló durante el fin de semana contra el actual presidente del Congreso de Colombia, Roy Barreras, que afecta directamente al Pacto Histórico y a su máximo líder, el presidente comunista Gustavo Petro.

Se trata de una explosiva y millonaria denuncia que realizó el columnista Aurelio Suárez en la revista Semana y que da cuenta de una serie de presuntas irregularidades en convenios interadministrativos en el Senado que habrían sido suscritos entre el 26 de julio y el 5 de septiembre de 2022.

De acuerdo con Suárez, los convenios son los 784, 1561, 983 y 984, en los que se desprende una ruta en común y que permite activar las alarmas para abrir investigación contra el senador que ha militado, camaleónicamente, en diferentes partidos políticos, según mejor le conviene.

«Seleccionar un ente público o mixto para contratación preferente, así no coincida con su objeto social, como Edured en épocas de la Esap, y el resto va por añadidura», escribió Suárez en su columna del fin de semana.

De acuerdo con el columnista, el convenio 784, del 26 de julio, habría sido suscrito con Impretics, la imprenta de la Gobernación del Valle, para suministrar «un sistema integrado de control de acceso para el Senado de la República», por lo que Suárez cuestionó:

«¿Tiene Impretics la licencia exigible de la Supervigilancia para vender sistemas de seguridad? De hecho, subcontrató en enrevesado proceso a Acin, una pequeña firma de seguridad de Pereira, la tierra de Jorge I. Arango, secretario de Barreras. Acin tasó en $3 670 millones el contrato, dando margen de 450 al original de Impretics por 4 170. ¿Para dónde corre el excedente?», cuestionó Suárez.

De igual manera, el columnista señaló que el mecanismo anterior sería el mismo utilizado por Impretics para un contrato con la Cárcel de Máxima Seguridad La Picota, para el cual habría subcontratado a Viotec S.A.S. habiendo fracasado.

Según narró, en una cotización solicitada para su columna de un distribuidor nacional de biometría digital y facial de diferentes marcas, «estimó en 550 millones el valor total del contrato, ¡ocho veces menos! Y, como al parecer se trata de marcas top del mercado, máximo valdría la mitad», concluyó Suárez denunciando, además, que Impretics no cumplió al 30 de octubre con su parte, por lo que se le concedió una prórroga hasta el 31 de diciembre.

Frente al convenio 1561, del 30 de julio, Aurelio Suárez informó que desde marzo de 2022 se creó una «revolución tecnológica» para adquirir 25 pantallas digitales táctiles de 55 pulgada que facilitaran la interacción entre senadores y el público en general.

De acuerdo con Suárez, en este convenio se acogió la oferta sin ningún tipo de especificaciones de la empresa mixta Artics, donde Impretics es el socio mayoritario y el privado, Technology Solutions of America Colombia S.A.S. habría contratado a $27 millones cada pantalla y 10 monitores a $20 millones por unidad.

«Agregó un servidor tipo 1, un servidor tipo 2; la licencia del software Microsoft Windows y la instalación y capacitación por $283 millones, el 23 % del contrato total de $1 220 millones. Un ingeniero especialista me certificó, luego de una búsqueda minuciosa, que el valor base máximo de las pantallas interactivas por unidad es de $12 865 000 y de los monitores de $3 millones, ambos de última tecnología y las mejores marcas», recalcó el columnista de Semana.

Frente al convenio 983, del 5 de septiembre de 2022, el mencionado autor aseguró que está relacionado con la operación y producción de contenidos del Canal del Congreso de la República y que se habría firmado por $8 159 millones con Dicitec, una empresa, según Suárez, de infraestructura civil y servicios especializados de gestión para las regiones.

«La falta de idoneidad para la tarea es notoria y se comprueba al ver la estructura societaria. El principal socio es Masora, alianza de municipios del oriente antioqueño. También participan Fedemunicipios y Kass Group S.A.S., de ingeniería, y las de computadores, Innerconsulting S.A.S.; y Soluciones Integrales de Movilidad y Seguridad S.A.S. cuyo representante legal, Enrique López Pinilla, es también de Dicitec y quien suscribe el convenio», explicó Aurelio Suárez.

Frente a este convenio, Suárez se cuestionó: «¿Ganó la oferta barata, pero de ingeniería sin experiencia para aportar productores, camarógrafos, editores y operarios, enganchados por 6 y 7 meses para un contrato que dura 11? ¿Cuál es el estado y tipo de los equipos para “producir contenidos”? ¿Ofertó por casualidad 400 millones menos que RTVC? ¿Hay subcontrato?».

El último convenio relacionado con la preproducción, producción y postproducción de productos audiovisuales al que hizo referencia Suárez y que tiene que ver con el convenio 984, del 5 de septiembre de 2022, también habría sido establecido con la misma Dicitec por un valor de $2 101 millones.

Para el columnista, en esta contratación hay serias irregularidades y amañamientos que deberían ser investigados por los organismos de control: «Las amañadas compras a Impretics o la transformación del “operador de Fedemunicipios” a “productor audiovisual” se hacen con igual modus operandi: selección direccionada, sobrecostos y objetos extraños al beneficiario que subcontrata a menos precio para causar excedentes. ¡Esto exige una explicación!», puntualizó Aurelio Suárez.

Para el autor, todo esto evidenciaría un presunto carrusel de convenios del que Roy Barreras, presidente del Senado de la República, sería el responsable para lograr, quién sabe cuántos y qué beneficios personales.

Este nuevo escándalo se suma contra el hoy acérrimo petrista, pues algunos sacaron a colación su pasado que da cuenta de los $1 200 millones de pesos en efectivo que según el senador se habrían robado de una de sus casas en un barrio de Cali, o del maletín que dejó olvidado en un hotel con fajos de dinero que, según cálculos, sumaban una cuantiosa cantidad de dinero en efectivo.

De igual manera, en redes sociales recordaron los escándalos protagonizados por Roy Barreras durante la pasada campaña presidencial, que dejó en evidencia lo más bajo de la política y de los miembros del Pacto Histórico.

Para muchos no es de extrañar que Roy Barreras continúe protagonizando escándalos que, en un país con una justicia seria y responsable, ya lo hubieran investigado y muy posiblemente condenado.

Es importante recordar que Roy Barreras es considerado como un feudal, por sus formas y maneras de moverse en la política y entre los políticos, pintándose del color que mejores dividendos le representen en cuestión de días y semanas.

Barreras nació en el Nuevo Liberalismo, con Galán; luego pasó a Cambio Radical, de donde lo expulsaron; después pasó al Partido de la U donde se mostró como el más uribista y santista; y, actualmente, se vende ante Colombia y el mundo como el más petrista de todos los petristas.