Los “robots asesinos”, tecnología que se pensaría que solo es posible en las películas de Hollywood, son una realidad en la actualidad y están al alcance de varios Gobiernos.

Estas armas que son capaces de decidir y ejecutar ataques sin ningún tipo de intervención humana tienen al mundo sin saber cómo responder. La discusión de la regulación de estos aparatos lleva años en discusión en las Naciones Unidas sin obtener resultados.

130 ONG se han unido y tienen el respaldo, hasta el momento de 29 Estados, para promover un tratado internacional que prohíba este armamento.

«Estas no son tecnologías del mañana, son posibles hoy, aunque resultan muy poco seguras», afirma Liz O’Sullivan, experta y miembro de la Campaña Para Detener los Robots Asesinos.

Uno de los miembros de esta iniciativa es la estadounidense Jody Williams, quien ganó el premio Nobel de Paz en 1997, la cual cree que estos robots son “inmorales” y hay que prohibirlos lo antes posible.

«Permitir que máquinas, en teoría a través de algoritmos, decidan qué es un objetivo y atacarlo es una de las enormes razones por las que consideramos que cruzan un rubicón», afirma Williams.

El mayor obstáculo de esta propuesta son las grandes potencias, según indican los activistas, pues estas son las invierten en estas tecnologías y que de manera implícita retrasan las regulaciones.

«Nunca es demasiado tarde para regular» expresa Mary Wareham, directora de la campaña. Las ONG advierten que no hay que esperar un gran número de víctimas para que se demande una prohibición.