Repartidores de Nueva York crean grupos de autodefensa

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La criminalidad está disparada en la ciudad de Nueva York. Y aunque la policía asegura que hace lo posible para luchar contra la delincuencia en los cinco condados, la percepción entre repartidores que se ganan la vida llevando comida en sus bicicletas y motos eléctricas, es totalmente distinta.

“Deliveries” como Samuel Restrepo, a quien le robaron su herramienta de trabajo, por tercera vez, el mes pasado en Astoria, y quien dos meses antes fue golpeado por tres sujetos cuando llevaba un paquete a un edificio en El Bronx, denuncian sentirse “abandonados” por la policía.

El joven mexicano asegura con decepción que “más allá de tomarles un reporte en los precintos, cuando algo le pasa a un ‘deliverista’, la policía ahora no está sirviendo para nada”. En palabras más coloquiales, el sentir del trabajador es que “Al NYPD le valemos gorro”.

Y asumiendo la premisa de que ya no se quedarán “de brazos cruzados” ante los riesgos a los que a diario se exponen en las calles, “ni callados por el miedo”, ahora cientos de repartidores de Nueva York se mueven bajo el principio de que es más seguro protegerse entre ellos mismos que esperar una respuesta efectiva del NYPD.

Por eso, dentro de los pasos que han dado para organizarse como grupo para hacer valer sus derechos, los ‘deliveristas’ o ‘delivreros’, como muchos se hacen llamar, recurriendo al Spanglish, han creado grupos de autodefensa que ya actúan en los cinco condados.

Además de su trabajo diario, y sin otras armas más que las ganas de ayudarse y la potencia para pedalear cuando escuchan un llamado de alerta, repartidores de Nueva York están persiguiendo ladrones y asaltantes, y recuperando bicicletas que les roban. Incluso aseguran que ya han entregado a la policía a un par de delincuentes que han atrapado, pero luego los han visto de nuevo merodeando las calles.

Así lo cuenta Anthony Chávez, un repartidor de 26 años, nacido en Guatemala, quien la semana pasada participó en un “operativo exitoso” de recuperación de una bicicleta robada de casi $2,000, tras seguir su olfato y perseguir a un ladrón.

“Yo estaba entregando un delivery aquí en Manhattan, en la novena avenida con 47, cuando vi pasar a un moreno en una bicicleta a la que le sonaba muy fuerte la alarma, pedaleando contra la vía. De inmediato pensé que podía ser robada. Entonces agarré mi bicicleta y lo seguí hasta un taller donde pidió que le cambiaran las llaves para poder abrir la batería, porque no las tenía y que le apagaran la alarma. Lo que yo hice fue que amarré mi bicicleta con uno de mis candados y luego le amarré la llanta de atrás con otro candado a la bicicleta que él traía. Cuando salió me dijo: ‘esa bicicleta es mía’. Yo le dije: ‘a ver, si es tuya, seguro tienes las llaves y puedes apagar la alarma… esa bicicleta no es tuya’ y obviamente no pudo hacerlo”, narró el joven, quien trabaja en la industria de reparto desde hace 3 años.

“Luego salió el dueño del taller, le dijo que si la bicicleta realmente era de él, que entonces llamara a la policíajoven. Fue ahí cuando el ladrón prefirió irse, y hasta me dijo: ‘tranquilo primo’. Yo inmediatamente publiqué la foto de la bicicleta en las páginas que tenemos y apareció el dueño. Se la habían robado en la calle 27, en menos de un minuto, cuando subió a entregar un delivery y no la amarró”, agregó.

Anthony maneja una página de ayuda a repartidores en Facebook, llamada “Chapín en dos ruedas”, donde cuenta con casi 10,000 seguidores de los 80,000 “deliveries” que se estima hay en Nueva York, y que se ha vuelto en una de las grandes herramientas que los trabajadores tienen para reportar robos y ataques y pedir apoyo en momentos de riesgo. Otra de las páginas en Facebook que centraliza los reportes y lidera las acciones es Los Deliveristas Unidos.

El guatemalteco criticó duramente a la policía por no actuar con diligencia cuando algo le ocurre a un repartidor, y mencionó que aunque las acciones de autodefensa que están adelantando los ‘deliveristas’ pueden llegar a ponerlos en situaciones de riesgo, por ahora no ven otra opción efectiva, si el NYPD, la Ciudad, el Estado, los talleres y hasta la comunidad, no empiezan a crear soluciones reales a los problemas de inseguridad de su gremio.

“Hemos optado por hacer estos grupos en WhatsApp y Facebook para cuidarnos entre nosotros y avisarnos cuando algo pasa y hemos demostrado que cuando se roban una bicicleta somos más rápidos y efectivos que la policía para recuperarlas, pues la policía nunca actúa mostrando que les importa lo que nos pase y lo que nos hagan”, aseguró el “Chapín”.

“Cada vez nos vamos actualizando y profesionalizando más. Por eso ahora estamos usando una App de radiofrecuencia, donde nos escuchamos en tiempo real y es más efectivo poder brindar apoyo cuando hay gente en el área, como hicimos la semana pasada, cuando le robaron la bici a un compañero que pidió apoyo en el lado East. Se logró quitarle la bicicleta al ladrón y cuando llamaron a la policía se lo entregaron, pero al rato un compañero lo vio suelto comiéndose un pedazo de pizza“, dijo el repartidor. “El problema es que así nos organicemos para perseguir delincuentes, si a los ladrones los sueltan, este problema no se va a acabar nunca y luego esa misma gente va a herir o matar a alguien. No sabemos quién es el culpable de que no haya justicia”.

Gustavo Ajche, repartidor y uno de los líderes del movimiento de Los Deliveristas Unidos, aseguró que tienen claro que perseguir a delincuentes cuando hacen de las suyas es riesgoso, pero advirtió que es tal la frustración y el impacto que ese gremio sufre a diario, que si no lo hacen, quedarían solos al “cuidado de Dios“.

“Sí da un poco de miedo, pero la impotencia y la frustración de ver que la Ciudad y la policía no hacen nada por nosostros es peor. Por eso nos estamos organizando más y con estos grupos estamos tratando de cuidarnos, pelear por nosostros mismos, y mostrarle a los ladrones que si ven a un repartidor solito y creen que pueden robarlo y golpearlo, detrás de él estamos todo un grupo listo para acudir a defenderlo“, comentó el inmigrante, advirtiendo que no son un grupo violento. Solo buscan que cesen los robos y atracos.

“Nosotros no estamos incentivando a la violencia. Estamos frustrados, y aunque da rabia, no estamos actuando desde ese punto. Somos buenas personas, mejores que los ladrones. Estamos uniénonos más para defendernos, con la firme convicción de no caer en la violencia, porque violencia genera violencia y nosotros no somos delincuentes somos trabajadores“, advirtió el líder repartidor.

Además de pedir a la policía y a las Fiscalías de los condados que persigan con mayor seriedad y celeridad los crímenes contra los repartidores, como el caso de Francisco Villalba, mexicano asesinado en El Barrio hace casi tres semanas, Ajche urgió al Concejo Municipal y a la Legislatura estatal que apruebe leyes que los proteja más y frene la violencia contra el gremio.

“Pedimos cosas concretas. Hay legislaciones en el Concejo que no se han movido, a pesar de tener el apoyo de concejales amigos como Carlos Menchaca, Carlina Rivera y Brad Lander. Exigimos que las apps creen un tipo de seguro para nosotros y que los talleres no reparen ninguna bicicleta o moto eléctrica sin que el dueño muestre un ID o pruebe que es su bicicleta, porque allá es donde les cambian las llaves y les arrancan los candados a las que se roban y eso les da facilidades a los ladrones”, mencionó el trabajador inmigrante. “Pero todo, exigimos que los robos de bicicletas sean penalizados con seriedad y que asaltar a un deliverista se considere un delito grave, tanto, como cuando asaltan a un conductor de bus, que es penalizado. Pues si somos esenciales, queremos que nos traten y nos protejan como esenciales”.

Y como parte de las labores contra el crimen que actualmente el grupo están desplegando, incluso ya hay acciones de “central de inteligencia y seguimiento”. Los deliveristas aseguran que han decubierto a una van que se mueve en Brooklyn y Astoria, principalmente, con la que cuatro delincuentes están robando motos y bicicletas, que se llevan dentro del vehículo. Los trabajadores tienen no solo las placas y la información del auto de los ladrones, sino que han hecho varios videos que pretenten mostrar como evidencia, pero esperan poder recaudar más datos, a fin de que las pruebas que entreguen a la policía y a las autoridades sean muy sólidas y no haya excusa para detenerlos.

Ligia Guallpa, directora del Proyecto de Justicia Laboral, que ha ayudado a organizar a los repartidores, destaca que la falta de acciones para proteger a los ‘deliveristas’, no solo es de la policía sino también de los estamentos municipales.

“¿Cuántos trabajadores más tienen que morir para que los tomen en serio? Pedimos que los estamentos tomen los pasos necesarios para proteger sus vidas y sus derechos”, dijo la activista, quien destacó que este miércoles 21 de abril, habrá una manifestación del gremio, a fin de reclamar justicia, respeto, protección y mejora a sus condiciones. La marcha irá desde la calle 42, en Times Square, y se movilizará hacia la sede del Concejo Municipal y la Alcaldía, en City Hall.

Gustavo Ajche, por su parte, recalcó que también debe haber un cambio en lo que el NYPD considera como “prioridad”, a la hora de ofrecer apoyo a “los deliveries” y pidió que realmente aparezcan a tiempo.

“El problema es que cuando uno los llama, ellos llegan cuando se le da la gana o a veces ni aparecen. Es como nos dijo un oficial que estuvo con nosotros la vez pasada, que para ellos la prioridad es actuar cuando alguien esté entre la vida y la muerte. Osea que si a mí me roban la bicicleta y me golpearon, puedo esperar porque no soy prioridad”, dijo el repartidor, quien ve con mucho dolor que su compañero asesinado en El Barrio ya esté a punto de irse a México en un cajón, y que el NYPD no haya mostrado ningún resultado sobre el caso.

“Nos dijeron que ese tipo de casos puede llevar meses, y que están trabajando en eso. Pero seamos claros,
si eso le hubiese pasado al Alcalde o a alguien que no fuera latino, ellos ya tendrían avances. Pero como somos repartidores, podemos seguir sufriendo violencia, desigualdad y hasta el odio, porque a nosotros no nos hacen caso. Ni el gobernador se ha referido al tema. Se quedan mudos con lo que nos pasa”, dijo Ajche.

César Vargas, abogado y actual candidato a la Presidencia de Staten Island, no solo aclaró que desde el punto legal los repartidores tienen derecho a unirse para defenderse.

“Nuestra comunidad no está sintiendo que la policía los está apoyando, por eso estos grupos cobran más fuerza, algo que es legal. La gente puede unirse y protegerse y organizarse. Ellos son los ojos y los oídos en las calles, y la primera línea de defensa empieza en nuestras comunidades”, comentó el abogado de origen mexicano. “Ellos están actuando en campo seguro desde la ley, porque están asegurándose de poder parar situaciones de robo, pero hay que tener mucho cuidado porque nunca sabemos qué puede hacer un criminal y no queremos que haya una tragedia. Lo más importante es actuar con mucha protección y llamar a la policía para que se involucre, pero no irse solos a perseguir a los asaltantes, porque no sabemos si tienen armas”.

Vargas advirtió que cuando los deliveristas agarran a un ladrón, pueden retenerlo hasta que llegue la policía y entregárselo, pero aclaró que no pueden tomar la justicia por sus manos, pues si agreden a los delincuentes, las cosas se voltean y pudieran tener problemas penales.