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Relojes atómicos: ¿Qué pasaría si no existen?

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El Máseres de hidrógeno y son relojes atómicos extremadamente importantes. Junto con otros 400, ubicados en todo el mundo, ayudan al planeta a definir qué hora es con una precisión de nanosegundos.

Sin ellos relojes, el mundo moderno y tecnológico que nos rodea, se hundiría en el caos. Para muchas industrias y tecnologías de las que dependemos, desde la navegación por satélite hasta los teléfonos móviles, el tiempo es una provisión.

¿Qué son los Máseres de hidrógeno?

Los máseres de hidrógeno en Londres son algunos de los relojes atómicos más importantes del mundo. considerados como y son los nuevos árbitros del tiempo para todos nosotros. Hay varios miles más en todo el mundo, que son manipulados por institutos nacionales de metrología. Aún así, no es tan simple como leer su hora y ya puesto que ningún reloj atómico es cabal, debido a  los efectos gravitacionales locales o las diferencias entre sus componentes electrónicos, no son exactos o perfectos y requieren que los metrólogos eliminen esas imperfecciones constantemente.

Así es como funcion

Un laboratorio registra y refina la información de tiempo de su banco de relojes atómicos, aplicando la corrección pertinente si el reloj parece estar a la deriva (dirección). En Londres, el NPL  o Laboratorio Nacional de Física envía la información a la Oficina Internacional de Pesos y Medidas (BIPM) que se encuentra en París. Los cronometradores del BIPM crean un promedio de todas esas medidas, dando peso adicional a los relojes con mejor rendimiento. Se realizan más ajustes y, finalmente, este proceso determina lo que se denomina »Tiempo Atómico Internacional» (TAI).

Posiblemente tú no necesites saber el tiempo hasta un nanosegundo, pero muchas industrias y tecnologías sí.

«La navegación por satélite es uno de los campos donde se requiere alta precisión, pero hay otros más», dice el metrólogo Patrick Gill.

Las nuevas tecnologías también traen demandas adicionales: la red 5G se basa en una sincronización precisa, por ejemplo, al igual que la tecnología de navegación que guía a los vehículos autónomos.

Sin embargo, la cuestión es que el TAI sigue siendo una construcción de un tiempo de reloj hipotético «verdadero»: una medida que el mundo simplemente está de acuerdo en cumplir.