El pasado viernes, en la mesa de discusión del salario mínimo, el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) reveló que la productividad en Colombia cayó 1%.

«La cifra de productividad total de los factores que hemos traído para esta ocasión es -1%. Estamos ya produciendo la productividad laboral, no solamente la de todos los factores agregados, sino también la laboral y esta es una medida mucho más técnica, mucho más aproximada, recomendada por institutos internacionales (Banco Mundial, OCDE, OIT), para la toma de decisiones en término de materia laboral», afirmó Piedad Urdinola, directora del DANE.

«De tal manera la productividad laboral por hora para este año fue 0.76% y la productividad laboral por trabajador ocupado fue de -0.7%», agregó.

La próxima semana se anticipa como un momento crucial para el escenario económico y laboral en el país, ya que se dará a conocer la tasa de inflación correspondiente al mes de noviembre. Esta revelación marcará el inicio de un período de negociaciones trascendentales, programadas para el 11 de diciembre, en el cual el Gobierno, los sindicatos y los empresarios presentarán oficialmente sus propuestas salariales. La expectativa es alta, ya que estas partes tendrán hasta el 15 de diciembre para alcanzar un consenso en las negociaciones salariales. En caso de no lograr un acuerdo, existe el plazo adicional hasta el 30 de diciembre para que se determine el ajuste del salario mínimo por decreto.

En el año 2023, el salario mínimo experimentó un aumento notable del 16 por ciento, alcanzando la cifra de $1.160.000. Esta elevación refleja el compromiso de equilibrar las condiciones económicas para los trabajadores en medio de un entorno financiero en constante cambio.

La base técnica para estas negociaciones sigue siendo la inflación anual y la evolución de la productividad. Sin embargo, las proyecciones actuales indican que la inflación cerrará el año 2023 cerca del 10 por ciento, superando considerablemente la meta de inflación a largo plazo del 3 por ciento. Las expectativas del ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, apuntan a una cifra específica, proyectando que la inflación cierre el año en un 9,7 por ciento.

En este complejo escenario, el factor determinante no solo será la tasa de inflación, sino también el dato de productividad que la mesa tripartita decida incorporar a la ecuación. Este último elemento añade un componente crucial a la negociación, ya que la combinación de la inflación y la productividad guiará la determinación del ajuste salarial, impactando directamente en las condiciones de vida de los trabajadores y en la dinámica económica del país.