El mes pasado, la mayoría de los funcionarios de la Reserva Federal (Fed) expresaron su preocupación por la posibilidad de tomar decisiones precipitadas en cuanto a la reducción de las tasas de interés, argumentando que los riesgos asociados pesaban más que mantener los costos de endeudamiento elevados por un período prolongado. Las actas de la reunión del Comité Federal de Mercado Abierto, celebrada los días 30 y 31 de enero, revelaron que los responsables de las políticas monetarias continúan vigilando de cerca la evolución de la inflación, con algunos temiendo que el avance hacia el objetivo del 2% del banco central pueda estancarse. En conjunto, este historial refuerza la preferencia de la Reserva Federal por contar con más evidencia de que la inflación se está encaminando firmemente hacia una trayectoria descendente.

Aunque los funcionarios de la Reserva Federal estuvieron de acuerdo en que los costos de endeudamiento probablemente habían alcanzado su punto máximo, el momento exacto para el primer recorte de las tasas de interés aún no estaba claro. Sin embargo, las minutas indicaron un creciente respaldo entre un grupo de autoridades para disminuir el ritmo al que la Reserva Federal reduce su cartera de activos.

Según las actas de la reunión publicadas el miércoles, «la mayoría de los participantes observaron los riesgos de actuar demasiado rápido para flexibilizar la postura de la política y destacaron la importancia de evaluar cuidadosamente los datos entrantes para determinar si la inflación está disminuyendo de manera sostenible hacia el 2%». Solo un «par» de funcionarios señaló los riesgos económicos asociados con esperar demasiado tiempo para realizar recortes. Las actas también resaltaron la incertidumbre en torno a la duración necesaria para mantener una política monetaria restrictiva.

En respuesta a estas revelaciones, los bonos del Tesoro experimentaron una tendencia a la baja, mientras que el S&P 500 mantuvo pérdidas ese día. El contexto económico ha sido marcado por sorpresas al alza en los datos desde la última reunión del banco central, lo que ha interrumpido la rápida desaceleración de la inflación observada a fines de 2023 y ha validado el enfoque cauteloso adoptado por la Reserva Federal.