El “brexit” está programado para el próximo 29 de marzo del 2019, por lo cual, la salida del Reino Unido de la Unión Europea podría tener efectos más grandes de los previstos actualmente e incluso llegaría a tocar el fútbol local por las nuevas políticas laborales que se verían implantadas.
Tal como indica la ley, los equipos del certamen tienen la libertad para contratar futbolistas del Espacio Económico Europeo (EEE), sin la preocupación de tener con algún permiso de trabajo, temática que bien podría sufrir un cambio en el caso de que la Comunidad se ponga fuerte con el tema de los británicos.
Los futbolistas que se encuentran por fuera del EEE además de radicar un permiso de trabajo, una serie de limitaciones, deben disputar al menos el 60% de los compromisos internacionales. Una medida que se puede llegar a cumplir, traería negociaciones muy complejas y se pudiese ver afectada la calidad de la Premier League.
Con la coyuntura actual, los miembros de la organización del certamen ya se han puesto en conversaciones con la Federación de Fútbol inglesa (FA, por sus siglas en inglés) y la English Football League (EFL, las divisiones inferiores del fútbol de Inglaterra) para que en conjunto se pueda presentar un plan al Gobierno, que tenga como objetivo conseguir los trámites necesarios que exige la Unión Europea.
