Pese a las advertencias previas, una vez más los hogares de Atlántico y Magdalena quedaron sumidos en la oscuridad debido a la escasez de generación eléctrica. La noche del jueves, múltiples sectores se vieron afectados por una suspensión de tres horas y media, causada por problemas técnicos en el Sistema de Transmisión Nacional.

La falta de previsión en la infraestructura de la región Caribe ha causado que los anuncios de racionamiento de energía se hagan realidad con frecuencia. A pesar de que la demanda energética aumenta en la zona, los retrasos en los proyectos de expansión de la red de transmisión han dejado a los usuarios a merced de cortes imprevistos.

Los circuitos desenergizados en Barranquilla, incluyendo barrios como Ciudadela 20 de Julio, La Luz y La Chinita, son un recordatorio de la fragilidad de un sistema que no ha sido fortalecido a tiempo. Aunque la empresa Air-e recibió instrucciones del Centro Nacional de Despacho para llevar a cabo los cortes, es evidente que la causa fundamental radica en la insuficiente capacidad de transmisión.

En julio pasado, XM había advertido sobre los posibles racionamientos debido a problemas en la red de transporte. Estos cortes de energía reflejan un patrón preocupante de negligencia en la región, ya que el agotamiento en la capacidad de transporte de la red se debe a demoras en proyectos de expansión que afectan directamente a la costa Caribe.

Mientras los proyectos de mejora de líneas de transmisión enfrentan retrasos de hasta cuatro años en algunos casos, la población continúa siendo la víctima de esta falta de planificación y ejecución. Los problemas de suministro no se deben a la falta de energía a nivel nacional, sino a la postergación de inversiones clave para la región.

Es imperativo que las autoridades tomen medidas urgentes para invertir en la infraestructura eléctrica de Atlántico y Magdalena. De lo contrario, los apagones seguirán perturbando la vida cotidiana de los ciudadanos y obstaculizando el crecimiento de la región.