Ojalá los periodistas deportivos colombianos tuvieran la honestidad de Mariano Closs y Diego Latorre, símbolos de ESPN y quienes viajaron a Barranquilla para acompañar a River Plate y de paso constatar el horror que vivimos en este país, sumidos en la más cruda de las brutalidades policiales.

De esta manera le contaba al mundo Mariano Closs lo que sucedía a las puertas del Romelio Martinez:

Simplemente estaban aterrados ante la posibilidad de que el partido se jugase teniendo en cuenta las condiciones. Mientras tanto el alcalde de Barranquilla, Jaime Pumarejo, decía imperante que se jugara a como diera lugar el compromiso. Los jóvenes barranquilleros se reunieron frente al Romelio a pedir que no se jugara. Mientras esto sucede periodistas como Cesar Augusto Londoño suplican porque se juegue la Copa América en el país.