Pekín, amanece sumida en la mayor tormenta de arena

La tormenta llevó a la cancelación de 350 vuelos con despegue en la capital china y agravó todavía más los problemas de contaminación.

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Este lunes Pekín amaneció envuelta en una espesa de niebla marrón debido a los altos niveles de contaminación de los últimos días y a una tormenta de arena proveniente de Mongolia.

La combinación de ambos fenómenos dio lugar a un cóctel peligroso para la salud y redujo la visibilidad en varios centenares de metros.

El Ayuntamiento de Pekín, una ciudad de más de 20 millones de habitantes, suspendió todas las actividades deportivas en el exterior en los centros escolares y aconsejó a las personas que padezcan problemas respiratorios que no salgan de casa.

Estas condiciones bastantes inusuales en los últimos tiempos, reavivaron viejos recuerdos entre los capitalinos. El experto en salud medioambiental de Pekín, Pan Xiaochuan, dijo «Recuerdo que las tormentas de arena de hace diez años desaparecían al cabo de una hora. Pero mucho me temo que esta no se vaya antes de que acabe el día».

Una situación que dificultaba la visibilidad de algunos edificios emblemáticos como la Ciudad Prohibida o la sede de la televisión nacional, cuyo extremo, a 234 metros de altura, desaparecía entre la bruma.

La tormenta obligó a la cancelación de más de 350 vuelos con origen en los aeropuertos pekineses, según la página web especializada Variflight.

Según el portal especializado aqicn.org, la calidad del aire era «peligrosa», en las primeras horas de la mañana, el nivel de partículas PM10 era casi 20 veces superior al recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS). El de las partículas PM2,5 -aún más nocivas- rebasó 560, un nivel pocas veces alcanzado en Pekín en los últimos años.

En los últimos años han escaseado los episodios de contaminación extrema en la capital china, pues el combate contra esta se ha convertido en un importante desafío en el país, que quiere alcanzar la neutralidad en emisiones de carbono para 2060.

Para Pan Xiaochuan, el experto en salud medioambiental, la falta de precipitaciones observada en los últimos días explicaría el hecho de que la tormenta estuviera particularmente cargada de arena. «Cuando no hay humedad, el polvo tiende a acumularse».