Desde el comienzo del monzón a mediados de junio en Pakistán, 478 personas murieron y otras 536 resultaron heridas a causa de las fuertes lluvias e inundaciones.
Estas cifras aumentaron el pasado lunes 1 de agosto, según datos entregados por la Autoridad Nacional de Gestión de Desastres Paquistaní (NDMA) en las últimas 24 horas se registraron 44 muertes, entre ellos siete niños.
Según la NDMA, las fuertes lluvias e inundaciones provocaron la destrucción de 7.472 viviendas; se presentaron daños parciales en cerca de 30mil hogares; se derrumbaron 72 puentes y se dañaron unos mil kilómetros de carreteras.
La provincia suroccidental Baluchistán ha sido una de las más afectadas por las precipitaciones, desde el comienzo de la época de lluvias se han registrado 136 muertes. El primer ministro paquistaní, Shehbaz Sharif visitó las zonas más afectadas, fue por ello que se movilizó hasta este territorio.
«Hoy quiero decirles que en este momento de dificultad no solo los gobiernos federal y provincial, sino todas las instituciones del país están para ayudarlos».
El cuerpo fronterizo Frontier Corps y efectivos del Ejército están ejerciendo labores de rescate, atención médica y restauración de infraestructuras dañadas en los lugares más perjudicados.
Desde los miembros de estos organismos, afirmaron la repartición de sus raciones a la población de algunas de estas provincias para los dos próximos días, así como también, ofrecer algunos alimentos básicos: Arroz; harina; aceite de cocina; azúcar; té; legumbres; leche en polvo a las víctimas de inundaciones.
Las lluvias permanecerán durante los próximos días en las zonas que ya están afectadas, según el Departamento Meteorológico de Pakistán.
Si bien, este tipo de situaciones climáticas se ven de manera seguida en Pakistán, las peores inundaciones de la historia sucedieron en el año 2010, luego de que un extraordinario monzón junto a un gran deshielo estival dejara a más de 20 millones de damnificados y unos 2mil muertos.
