Con el objetivo de comprender por qué el ser humano miente, un equipo de científicos de la Universidad Hebrea de Jerusalén, la Universidad de Chicago y la Universidad de California realizaron un estudio a 100 personas adultas de Estados Unidos, donde se les hacía la misma pregunta. Ahí, los expertos descubrieron que el 12% de los encuestados respondió erróneamente.
A los adultos se les propuso, en una prueba experimental, que tendrían una remuneración económica a cambio de conducir más de 600 km en un mes, e incluso, la mayoría afirmó que informarían en caso de no lograr la cifra, pese a perder el dinero, para parecer más honestos; la mayoría puso en el informe distancias que no recorrieron, menores a las verídicas.
“Muchas personas se preocupan mucho por su reputación y por cómo serán juzgadas por otros, y la preocupación por parecer honestos puede superar nuestro deseo de ser realmente honestos”, explicó Choshen-Hillel, experto de la Universidad Hebrea de Jerusalén.