A pesar de ser cuestionado por la comunidad mundial, Nicolas Maduro, asumió este jueves por segunda vez el mandato presidencial de Venezuela, dio un discurso de toma de posesión, donde,entre otras frases destacadas, dijo que el país bolivariano vive «en paz y felicidad».
El mandatario consideró que Venezuela es un país que vive en «paz y felicidad» y él es «un presidente demócrata, profundo, de una cultura de bases y que nuestro pueblo sabe reconocer en los valores que diariamente llevamos adelante”.
“En Europa nos quieren y nos ven que buenos ojos. Los chalecos amarillos me regalaron uno , quizá me lo estrene mañana», dijo al mismo tiempo que pidió «compresión» a la comunidad europea, que también impugnó su investidura.
«Venezuela es centro de una guerra mundial» «Es claro, público, notorio y conocido que Venezuela es centro de una guerra mundial del imperialismo norteamericano y sus satélites, pero nos queda fuerza para muchos años».
«Estoy obstinado» «Si aspiramos a una sociedad superior, tiene que ser una sociedad basada en principios, en valores, en la honestidad, yo a veces digo esto y arranco aplausos. Empiezan a aplaudir. Yo no lo hago por arrancar aplausos. Lo hago porque estoy obstinado de la indolencia y del burocratismo que daña la vida del pueblo, porque quiero un cambio y una corrección profunda de los errores de la Revolución bolivariana».
«Yo quiero un nuevo comienzo de la Revolución bolivariana. Quiero cambiar todo lo que tenga que ser cambiado para mejorar la vida del pueblo, para mejorar al país, para consolidar la independencia y soberanía de nuestro país, para lograr el camino sin retorno de la prosperidad y el crecimiento económico, para lograr la seguridad social, la protección social y el sueño de la felicidad social en socialismo del comandante Chávez».
Durante su discurso de posesión, el presidente de Venezuela aseguró que en todos los países existe una campaña para desprestigiar a su gobierno.
También agradeció a los asistentes internacionales, entre ellos, México.