Una variante del covid-19 identificada por primera vez en la India se ha extendido a 44 países de todo el mundo, amenazando con socavar los avances mundiales en la contención de la pandemia. La variante B.1.617 parece estar impulsando la paralizante segunda ola de la India, que provocó la muerte de 4.205 personas tan solo este miércoles, una cifra record. Sin embargo, en febrero parecía que la India había controlado la pandemia, ya que los casos diarios habían descendido casi un 90% desde el pico de la primera oleada. Entonces, ¿cómo es que esta variante se salió tanto de control?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) clasificó este lunes la variante identificada en la India como «preocupante», lo que significa que puede ser, entre otros indicadores, más transmisible, causar una enfermedad más grave, no responder al tratamiento, eludir la respuesta inmunitaria o no ser diagnosticada por las pruebas estándar.
Hay dudas sobre el papel que ha desempeñado la variante en el resurgimiento de los casos y las muertes en la India, dijo la OMS el miércoles, explicando que probablemente también han contribuido otros factores, como las reuniones masivas de carácter religioso y político.
La evaluación de la OMS no sorprenderá a los críticos del primer ministro Narendra Modi y su partido, el Bharatiya Janata Party (BJP), que han sido objeto de crecientes críticas después de celebrar múltiples mítines electorales que atrajeron a miles de personas y de dar el visto bueno a la mayor peregrinación religiosa del planeta el mes pasado, incluso cuando los expertos advirtieron que podría causar un incremento mortal.
La OMS indicó que «no se conocen bien las contribuciones exactas de cada uno de estos factores en el aumento de la transmisión en la India». Mientras tanto, la oleada de la India ha devastado las principales ciudades, y los hospitales se han quedado sin oxígeno y medicamentos. Y la pesadilla parece ineludible, con escenas devastadoras que ahora asolan toda la nación. En los estados rurales y en las aldeas más lejanas, los médicos y las clínicas escasean, dejando a los más pobres de la India luchando por sus vidas sin acceso a la atención médica.