La Unión Europea mostró este viernes en un acto su compromiso con promocionar la labor de defensores y defensoras de derechos humanos en Colombia y, en un año donde ya se han batido los récords de asesinatos de años anteriores, pidió más esfuerzos para proteger su vida y apoyar su trabajo.

En un acto en vísperas del Día Internacional de los Derechos Humanos con el Gobierno colombiano y defensores de varias organizaciones, el enviado especial de la UE para la paz en Colombia, Eamon Gilmore, aseguró que en Colombia los defensores han sido una de sus «preocupaciones más grandes».

Además, citó cifras del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz) que monitorea la violencia contra líderes sociales, aludiendo que entre enero y noviembre han sido asesinados 171 defensores, mientras que la Defensoría del Pueblo, el órgano estatal que lleva una cuenta más rigurosa, este miércoles cifró los asesinatos en 199, un número superior al de todos los años anteriores.

«Se tiene que hacer más para proteger a los defensores y apoyar su trabajo», dijo el irlandés, que visita esta semana Colombia y reconoció los movimientos del nuevo Gobierno hacia una mejor protección de quienes ejercen labores de liderazgo y defensa de los derechos humanos.

Por su parte, el viceministro de Relaciones Exteriores de Colombia, Francisco J. Coy, aseguró que el mandato del Gobierno de Gustavo Petro es «continuar fortaleciendo la democracia y virtualmente acabar consiguiendo la paz total».

«Reconocemos y apoyamos el trabajo de las defensoras y los defensores de derechos humanos», subrayó Coy en el acto en Cancillería, donde recordó que se están desarrollando nuevas políticas de protección que incluyen tanto un enfoque individual como colectivo, para mejorar la protección y la prevención de la violencia en las comunidades».

En el acto, además, defensoras como Gloria Luz Gómez, presidenta de la Asociación de familiares de detenidos desaparecidos (Asfaddes) resaltaron que ven en este momento, a pesar de la situación vulnerable de líderes sociales, un espacio en el que se abre «dignidad para quienes soñaron con una justicia social y una paz estable y duradera».

Es una época, aseguró, donde «se acaricia la posibilidad de una paz real, con el reconocimiento de los derechos humanos y de los derechos de las mujeres que llevamos 40 años entregadas a lograr llamar la atención para que cese la desaparición forzada en Colombia».

EFE