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La importancia de Henry en la selección de Bélgica

Henry generó un plus especial en el plantel belga. Foto: Facebook Belgian Red Devils.
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Era agosto de 2016, Thierry Henry, leyenda del fútbol francés, y campeón del mundo en 1998, se sumó como ayudante de campo de Roberto Martínez, que asumió como técnico de la selección belga, en reemplazo de Marc Wilmots.

La selección belga venía de fracasar en la Eurocopa de ese mismo año, ya que pese a contar con jugadores destacados y ser uno de los candidatos, perdió de manera categórica ante Gales en cuartos de final. Se decía que nadie podía juzgar la capacidad individual del plantel, pero que no era un equipo, sino puros chispazos de inspiración que tuviese alguna figura.

El motivo de la incorporación del francés, sin dudas, fue deportivo y no económico. Henry aceptó un contrato por 9.000 dólares, una suma mínima de acuerdo al relieve de la figura. Su idea era sumar experiencia, y lo motivaba el desafío, pues la calidad del plantel generó algo especial en él.

Los diablos rojos celebran el triunfo sobre Brasil. Foto: Facebook Belgian Red Devils.

Su trabajo, que se basa principalmente en cuestiones técnicas, como explicarle a los jugadores de qué manera moverse, pivotear y hasta picar al espacio no termina allí, gracias a que “Titi” aporta en la parte psicológica. Según cuenta Lukaku, una de las figuras belgas en este Mundial, cada palabra, positiva o negativa, es una lección para él y sus compañeros. Cuenta con un respeto muy alto por parte del plantel. La credibilidad se tiene a ciegas, a raíz de su sobrada experiencia.

Bélgica pasó de ser un conjunto de estrellas a formar un equipo, que tiene una base y se apoya en un proyecto. Thierry Henry fue un gran aporte para que los dirigidos por Roberto Martínez estén con esperanzas de ganar su primer Mundial.