La ciudad de Jilin, ubicada en el nordeste de China, volvió a establecer medidas como suspensión del transporte público y la obligación de someterse a pruebas de detección del virus antes de viajar como medida de un nuevo confinamiento tras una nueva ola de contagios por COVID-19.

La nueva cuarentena parcial contempla el cierre de lugares públicos que ya habían reanudado actividades, como escuelas, cines, gimnasios, cafeterías y parques. Sumado a lo anterior, las farmacias deben informar a las autoridades los nombres de personas que adquieran medicamentos como analgésicos y antivirales.

De “extremadamente grave y complicada” calificó la situación el alcalde adjunto de Jilin, ya que este miércoles se informaron 6 nuevos casos de COVID-19, lo que aumentó el riesgo de una nueva y mayor propagación del brote de coronavirus. El nuevo foco de 21 infectados, se registró en la ciudad de Shulan, la cual hace parte de la comuna de Jilin, que cuenta con 4 millones de habitantes y con una extensión de 200km de largo con lo mismo de ancho.

Los números de infectados por COVID-19 en China se han reducido. Tras un gran ascenso en el mes de febrero, no se ha informado por parte de las autoridades de nuevas víctimas fatales por el virus, el cual registra en el gigante asiático 4.633 decesos y 82.926 contagiados.