Ubicada en el parque Universal, como un espacio diseñado para apropiarnos de la memoria histórica de las víctimas del conflicto armado, la Casa de La Memoria se ha convertido en ese lugar en el cual las personas pueden compartir y conocer esas historias de primera mano por parte de personas desplazadas, y además de esto dar a conocer una realidad que muchos desconocen de la ciudad de Barranquilla, y es que esta, a pesar de no ser una ciudad directamente afectada por el flagelo armado del país, la verdad es que ha sido uno de los puntos en Colombia que más ha recibido víctimas, no solamente de la región sino de todo el territorio colombiano.

Con elementos y estrategias educativos, sociales y culturales, la construcción de memoria histórica de las víctimas es una realidad que no tenía la suficiente fuerza en años posteriores, sin embargo la creación y uso de estos  espacios cuya labor es apoyar a los que han sufrido de primera mano el conflicto han facilitado no solo la ayudas sino compartir y hacer visible todos estas situaciones complejas que han tenido que vivir muchas de las personas y familias que han tenido que llegar a la ciudad por culpa del desplazamiento, siendo voz de aquellos que alguna vez en sus tierras provenientes sintieron que no la llegaron a tener.

Fechas como el 9 de abril que es el día de las víctimas a nivel nacional o el 17 de septiembre que se conmemora el día de las víctimas en el territorio, en memoria de Alfredo Correa, un personaje muy celebre de la ciudad que trabajaba con personas víctimas de este conflicto, y que para el año 2004 fue asesinado. Un monumento en su honor decora la entrada de la Casa de la Memoria.

Con el uso de estrategias como ‘métete en el cuento de la sana convivencia’, han llegado a las instituciones distritales de la ciudad de Barranquilla, con la cual capacitan a docentes sobre qué es la memoria, cómo se construye, para que, todo esto con el fin de fortalecer la cátedra de la paz en las instituciones. Los estudiantes junto al equipo de capacitación y los docentes, empiezan a construir productos de memoria o un producto de construcción de paz, ya sea en pinturas, dibujos, maquetas, obras de teatro o canciones, todo esto permite que los que participan en este tipo de actividades, vean en el arte y en cualquiera de sus formas, una manera de contar historias significativas que aporten a la comunidad.

‘Soy parte de la solución, soy parte de la participación efectiva’, es otra de las increíbles formas en las cuales los niños, niñas y adolescentes pueden hacer parte de proyectos enfocados a la visibilización y prevención del conflicto armado. Se les acompaña, se les capacita sobre talleres, sobre procesos y se les apoyar en alguna organización que puedan participar, compartiendo la estrategia ‘safate’ u otros temas relacionados en instituciones educativas del distrito.

Las creaciones de espacios como estos son fundamentales para la sociedad civil, ya que generan conciencia sobre lo que ha sucedido en nuestro país, y así trabajar en la no repetición de estos hechos, al conocer la historia de una problemática que ha traído consigo momentos tristes y oscuros en todo el territorio. Tener la oportunidad de hacer memoria a favor de una Colombia mejor, es sin duda una gran oportunidad, por eso el aprovechamiento de lugares como la Casa de La Memoria hace bien para todos.