Julia Elvira Moreno Córdoba es la cliente 1.300.000 del servicio de gas de EPM @EPMestamosahi

• EPM es el segundo distribuidor de gas natural en Colombia, con clientes en 119 poblaciones, en 92 municipios antioqueños • La Empresa cuenta con 17 estaciones de tanqueo de gas natural vehicular marca propia, como un aporte al cuidado ambiental • El programa “Conexiones por la Vida Gas” ya ha conectado el servicio de gas natural a 7.000 familias de estratos 1, 2 y 3 de Medellín

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Julia Elvira Moreno Córdoba, habitante del corregimiento Altavista, sector Mano de Dios, se convirtió en la cliente 1.300.000 del servicio de gas de EPM, que tras 22 años de operación alcanza esta cifra que se traduce en economía y seguridad para los hogares antioqueños.

“Me siento muy afortunada de poder contar hoy con el servicio del gas, pues para nuestra comunidad era muy triste pensar día a día cómo íbamos a conseguir la pipeta. La pequeña valía $26 mil y nos duraba solo ocho días. La más grandecita tenía un valor de alrededor de $60 mil y era muy complicado comprarla. Con el gas el costo mensual es de $14 mil, lo que significa un cambio a favor de nuestra gente”, indicó Julia Elvira.

La cliente 1.300.000 del gas coincide con la llegada del cliente 7.000 del programa “Conexiones por la Vida Gas”, un convenio entre la Alcaldía de Medellín y EPM que busca durante este cuatrienio mejorar la calidad de vida de 90.000 hogares de los estratos 1, 2 y 3 de la capital antioqueña.

Con esta iniciativa, los gastos de conexión de la acometida (conexión de la red principal de gas a la residencia) los asume el Municipio de Medellín, un valor que para este año es de $665.543. La red interna de gas corre por cuenta de cada usuario y la puede financiar a largo plazo en la factura de los servicios públicos.

La magia de la llama azul

En 1998 comenzó la materialización de un sueño: la prestación del servicio de gas natural por red. EPM hizo la primera conexión un 11 de agosto, en el edificio Molinos de Aragón, en el tradicional barrio Laureles de Medellín. La familia de Martha Cadavid fue la pionera del servicio. Las primeras zonas cubiertas fueron Laureles y El Poblado. Por estar más cerca de las redes matrices, comerciantes e industriales abanderaron las conexiones iniciales.

A partir de 2009 se inició la operación en el Oriente antioqueño, en los municipios de La Ceja, El Retiro y La Unión. En 2011 llegó a la subregión del Norte, en los municipios de Santa Rosa de Osos, Donmatías, Entrerríos, San Pedro de los Milagros y Yarumal. En 2012 el turno fue para Urabá, en los municipios de Apartadó, Chigorodó y Necoclí. En 2013 se consolidó el servicio en las demás subregiones antioqueñas: Nordeste, Magdalena Medio, Occidente y Suroeste. El servicio a las poblaciones se lleva a través del gasoducto virtual o gas natural comprimido, que se transporta en carros especiales y se inyecta a la red de cada localidad.

Hoy, 22 años después, el servicio del gas cuenta con una infraestructura de 88 kilómetros de red de acero y 8.319 kilómetros en la red de distribución para llegar con calidad, continuidad y cobertura a 119 poblaciones, 92 municipios y en 27 corregimientos de Antioquia, a más de 1.300.000 clientes, entre hogares (1.274.084), comercios (22.399), industrias (3.192), oficiales (325) y exenta (552).

Cuidado del ambiente

En los últimos años, además de prestar el servicio de gas natural en los hogares, industrias y comercios, con el Gas Natural Vehicular (GNV), EPM ha contribuido al mejoramiento de la calidad del aire, reduciendo la emisión de material particulado.

La Empresa presta el servicio en 17 estaciones de tanqueo de GNV con marca propia y las estaciones de terceros. Como un nuevo hito en materia de movilidad sostenible, se destaca la llegada a Antioquia de la nueva flota de vehículos 100% a gas natural de Alpina, lo cual demuestra que cada vez más compañías y transportadores encuentran en el GNV una alternativa sostenible por sus bajas emisiones, y muy viable desde el punto de vista de competitividad, gracias a los beneficios económicos que se obtienen con esta tecnología.

Lograr que 1.300.000 clientes disfruten a cada instante del gas implica un trabajo de 24 horas, que va desde el transporte del energético a través del gasoducto Sebastopol-Medellín, en una línea de acero de 148 kilómetros de longitud, hasta la estación de entrega, conocida como la “city gate”, en el municipio de Barbosa, al norte del Valle de Aburrá. De allí, EPM distribuye el gas y nace la magia de la llama azul, que permite preparar una deliciosa receta, darse un baño caliente relajante o mover la industria. Así contribuye EPM a la armonía de la vida para un mundo mejor.