El acuerdo, oficializado durante el cierre del Tercer Ciclo de la Mesa de Diálogos de Paz, establece acciones prohibidas, un sólido mecanismo de monitoreo y verificación liderado por la ONU, con la participación de la Iglesia Católica, la veeduría social y los países garantes y acompañantes. Estas medidas garantizarán el cumplimiento del cese al fuego y sentarán las bases para la construcción de la paz sostenible en Colombia.

En su discurso, el Presidente Petro destacó la importancia de este paso histórico y afirmó que su gobierno está comprometido en entregarle al pueblo colombiano las posibilidades de paz que merece. «Aquí venimos a entregarle a Colombia, y es por eso por lo que fuimos elegidos, estas posibilidades de paz que se construyen aquí», declaró con determinación.

El mandatario hizo hincapié en que la violencia que ha plagado al país durante décadas debe llegar a su fin, y citó al célebre escritor Gabriel García Márquez para ilustrar la urgencia de poner fin a la guerra perpetua y la soledad perpetua que ha afectado a la nación. Con un llamado enfático, el Presidente Petro exhortó a la sociedad colombiana a unirse en la construcción de una nación en paz.

Además del acuerdo de cese al fuego, Petro expresó su apoyo a la propuesta de buscar un Acuerdo Nacional, que abordaría reformas sociales y económicas necesarias para asegurar la estabilidad y el bienestar de todos los ciudadanos. El Presidente enfatizó la importancia de garantizar derechos fundamentales, como el acceso a la tierra para los campesinos, la dignidad laboral y el respeto a la libertad de expresión y protesta pacífica.

Con esta nueva etapa de diálogos de paz y el compromiso de construir un Acuerdo Nacional, Colombia se encamina hacia un futuro de reconciliación, justicia y prosperidad. El cese al fuego bilateral con el Eln representa un paso firme en el camino hacia la paz duradera, y la participación activa de la sociedad en la construcción de la paz promete un futuro mejor para todos los colombianos.