La Fórmula Renault hoy celebró la segunda válida del Hockenheimring, uno de los circuitos más técnicos y rápidos de Europa, allí Christian Muñoz, piloto colombiano, remontó en pista y tuvo un final, que, a priori, no esperaba, pero le dejó enseñanzas positivas.
El corredor bogotano arrancó en la posición 24. Lo anterior, obligó al colombiano a entrar con el cuchillo entre los dientes y exhibir una inteligencia destacada. Justamente, el panorama no era el mejor, pero Muñoz demostró la madurez necesaria y un poco de la experiencia que adquirió en Europa, para tener paciencia, tener una lectura acertada lo que sucede en pista y aprovechar las oportunidades.
Para Muñoz, integrante del equipo AVF, propiedad de Adrián Vallés, el punto a mejorar es la clasificación, pues no explota su talento de la manera apropiada y arranca desde una posición que no merece. El colombiano, que hace su temporada de debut en la Fórmula Renault Eurocopa, de a poco se termina de adaptar a una categoría compleja y los resultados que desea, seguramente, llegarán en la medida que pasen las carreras.

Un punto destacado para el deportista radicado en Miami fue terminar en la vuelta del líder, a pesar de las adversidades e incidentes en la válida. También Muñoz finalizó una carrera, que, se veía con muchos problemas, su talento consiguió pasar una dura prueba y finalizó en la casilla número 16.
Se debe destacar que la carrera en Hoffenheim duró algo más de 30 minutos, el ganador completó 18 vueltas y las emociones fueron sensacionales, pues siempre habían varios duelos en pista, se presenciaron sobrepasos múltiples y el nivel que exhiben los pilotos es muy alto.
Dentro de los 29 autos que tomaron la bandera verde, en la pole arrancó Lundgaard. Sin embargo, quien festejó y consiguió la victoria de manera muy merecida fue Fewtrell; al corredor británico lo acompañaron en el podio Piastri y Ye. Volegov, Peroni, Neubauer, Smolyar, Lundgaard y Martins, abandonaron. También 23 pilotos pudieron terminar la carrera.

El siguiente reto para Muñoz será en Barcelona, la mítica pista catalana, un circuito muy exigente, no solo para los piloto, sino para los motores, que se llevarán al límite y se presenciarán velocidades muy altas.