Considerada por muchos la canción más representativa de Colombia, La Piragua estuvo bogando en la mente del maestro José Barros durante más de 40 años antes de ser terminada, “Fue inspirada en mi niñez, por allá a comienzos de los 20; empecé a escribirla a finales de los 40 y la terminé en 1967”, contó el maestro.

Sin embargo, fue hasta 1969, cuando se dio a conocer en una primera versión grabada por el trío Los Inseparables, y ese mismo año fue grabada en la voz de Gabriel Romero y Los Black Stars, convirtiéndose en éxito internacional.

Desde entonces, no ha parado de sonar en las voces de cantantes como Carlos Vives en Colombia, Julieta Venegas de México, llegando hasta lugares tan remotos como China en las voces del coro Cervantes de Shangai.

La Piragua posee un arraigue popular característico de las costumbres e identidad del municipio de El Banco Magdalena. Con un lenguaje sencillo no exento de poesía, y musicalización armoniosa, hacen de esta composición el escrito con la combinación perfecta para atribuirse escenarios a nivel mundial y engalanar festividades culturales del caribe.

La historia de la canción narra el pasaje de Guillermo Cubillos, dueño de una canoa grande que navega en el Río Magdalena y el Cesar, desde el puerto de El Banco hasta el municipio de Chimichagua. Tal embarcación recibió el nombre de “La Piragua” la cual tuvo un buen periodo de bonanza en los pueblos establecidos a orillas de esta influente hasta que surgieron las embarcaciones de motor las cuales eran dotadas de mayor rapidez y seguridad para los habitantes de esta zona del caribe.

Con el transcurrir del tiempo, La Piragua fue quedando en el olvido hasta llegar al punto de sólo sobrevivir en la oralidad como fuente de memoria histórica de costumbres y anécdotas de las cuales era testigo. La Piragua ha sido, es y será el himno del Festival Nacional de La Cumbia José Barros Palomino, evento que este año conmemora los 50 años de existencia de esta canción.

Su objetivo principal es la salvaguarda de la identidad nacional, representada en La Cumbia y otras representaciones folclóricas del Río Grande de la Magdalena; así mismo ser un lugar de encuentro de todas las manifestaciones y expresiones ancestrales universales.

Desarrollar dicho festival no es una tarea fácil, pues a pesar de que este año el Festival debería cumplir 49 años, solo se han desarrollado 35 versiones debido a la falta de apoyo estatal y a los manejos que algunos dirigentes banqueños le dieron durante las décadas de los 80´s, 90´s y comienzos del nuevo milenio.

Fue por esta razón que a partir del año 2006, la fundación José Barros, cuya misión es salvaguardar La Cumbia y su festival, además de preservar la memoria del Maestro José Barros y su legado cultural, decidió tomar las riendas de este importante legado, desarrollando las últimas 13 versiones sin interrupciones.

Sin embargo, este festival es reconocido como mágico, pues en él confluye el arte, la cultura y tradición que se aprecian en el Escenario Flotante sobre el Río Magdalena; en el atrio de la Catedral Nuestra Señora de la Candelaria; en la plaza de eliminatorias, El Cumbión de Justiniana o el Gran desfile Pocabuyano; es un espacio lleno de felicidad, en el que los asistentes quedan sin respiración y se emocionan hasta el llanto; en él disfrutan todas las personas sin distingo de edad, sexo, raza o credo; todos unidos en un solo sentimiento inspirado en la música, la danza y las puestas en escena hechas en honor a su majestad: La Cumbia.