Un horno microondas es un aparato de cocina que utiliza ondas electromagnéticas para calentar y cocinar alimentos de forma rápida y eficiente.

Funciona produciendo estas ondas, especialmente microondas, que interactúan con el agua, la grasa y el azúcar de los alimentos. Estas moléculas vibran rápidamente, generando calor mediante la fricción y calentando el interior del alimento.

Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. (FDA) dicen que es seguro cocinar con él y no hay evidencia de lo contrario.

No niega el valor nutricional del alimento. La cocción en microondas puede retener más nutrientes que los métodos de cocción más prolongados porque reduce el tiempo de calentamiento y utiliza menos agua. Sin embargo, como ocurre con otros métodos de cocción, se produce una ligera pérdida de nutrientes y vitaminas.

No se puede utilizar metal. Algunos recipientes de metal están diseñados específicamente para uso en microondas, aunque algunos tipos de metal pueden provocar chispas y daños. Lo mismo ocurre con ciertos tipos de plástico, que pueden emitir sustancias químicas nocivas. Por lo tanto, siempre debes seguir las instrucciones del fabricante y utilizar recipientes etiquetados como «apto para microondas».

No hay radiactividad en los alimentos. Los microondas calientan los alimentos mediante ondas eléctricas, que hacen que las moléculas de agua vibren y generen calor. No quedó ningún residuo radiactivo. Según la Fundación Alicia (Alimentación y Ciencia) de España, dedicada a la tecnología en la cocina, el proceso no cambia la composición química de los alimentos más allá de los cambios típicos que ocurren con todos los métodos de cocción.