Miles de personas protestaron hoy en varias ciudades de Brasil contra el racismo y la violencia policial, una semana después de una operación antinarco que dejó 28 muertos en una favela de Rio de Janeiro y que fue denunciada como la peor masacre a manos de las fuerzas de seguridad en esa ciudad.

Bajo el lema «Ni bala, ni hambre, ni Covid. ¡El pueblo negro quiere vivir!», los manifestantes con tapabocas para protegerse del coronavirus, reclamaron con pancartas y gritos el fin de la discriminación estructural hacia los negros y mestizos, el 55% de la población, el día en que se conmemora el fin de la esclavitud en Brasil en 1888, según informó la agencia de noticias AFP.

En el centro de Río de Janeiro, miles de personas desfilaron todavía consternadas por el sangriento operativo en la favela de Jacarezinho (norte), que según la policía se proponía desarticular una banda que reclutaba a niños y adolescentes para el tráfico de drogas, robos, secuestros y asesinatos.

El operativo fue objeto de una avalancha de críticas de organizaciones de derechos humanos, denuncias incluso de un juez de la corte suprema y hasta un pedido de la ONU para investigar si hubo ejecuciones sumarias.

«Justicia para Jacarezinho», «Contra el genocidio, rebelaste es justo», podía leerse hoy en las pancartas.

Manifestaciones similares, convocadas por la organización Coalición Negra por Derechos, se replicaron en otras ciudades del país, como San Pablo, Brasilia y Salvador.

En la capital económica de Brasil, unos 500 manifestantes se concentraron en la emblemática Avenida Paulista. Varios de ellos portaban carteles con la leyenda «Fuera Bolsonaro», en referencia al presidente del país, quien apoyó el accionar de los policías en el sangriento operativo de este mes en Río.