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Ecoescuelas en el Atlántico

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Este proyecto inicia su prueba piloto con dos instituciones educativas oficiales de municipios no certificados, las Escoescuelas son una estrategia de producción limpia, que permitirá a los niños, niñas y adolescentes conocer y validar mejores prácticas ambientales.

El municipio de Juan de Acosta, con la institución educativa Juan V. Padilla, y el municipio de Sabanagrande, con la institución Juan Don Bosco, fueron los escogidos para integrar a la oferta nutricional. El objetivo es lograr una producción autosostenible de 1 tonelada de leves y 1.2 toneladas de hortalizas al año y así generar una cultura de seguridad alimentaria

Catalina Ucrós Gómez, la secretaria de Educación Departamental, volvió a enfatizar el compromiso de la administración para establecer estas colaboraciones, las cuales contribuyen a fortalecer aún más la conciencia ambiental dentro de nuestra comunidad educativa.

“Para nuestra gobernadora, Elsa Noguera, era fundamental la formación de un ciudadano integral, con una conciencia ecológica y clara sobre la importancia del cuidado del medio ambiente. Esto lo estamos logrando gracias al trabajo en equipo con la Corporación Regional Autónoma, en donde unimos la ciencia, la tecnología y la academia. Con la Universidad Simón Bolívar se logró desarrollar un proyecto en el que, a través de un biodigestor, los residuos orgánicos de los establecimientos educativos son convertidos en gas; pero, ese gas no solamente sirve para el funcionamiento de las cocinas de los colegios, sino que también se creó un concepto de huertas para poder generar alimentación vegetal. Trabajamos la economía circular, tenemos una piscina de peces, en la que los residuos generados se convierten en fertilizantes para los productos que allí se cultivan. Es así como en la práctica tenemos a las áreas STEM trabajando, como biología, química, física, mostrando en este laboratorio vivo cómo ocurren los procesos y transformando esa conciencia ecológica que tanto necesitamos en el departamento”, enfatizó la funcionaria.

La Ecoescuela es uno de los proyectos del programa Apropia, el cual es liderado por la Corporación Autónoma Regional del Atlántico (CRA) y la Universidad Simón Bolívar. Este programa tiene como objetivo fortalecer la gestión e innovación ambiental sostenible de los recursos naturales en el Atlántico.

Según Jesús León, director de la CRA, Apropia representa un nuevo capítulo en la gestión ambiental del departamento, en el cual la ciencia, la tecnología, la innovación y las comunidades desempeñan un papel fundamental. «Apropia busca que cada uno de los habitantes de nuestro territorio se apropie del conocimiento, para generar gobernanza y sostenibilidad ambiental. Estamos entregando en esta institución educativa una estrategia de producción más limpia, de economía circular, que se ve representado en cultivos acuapónicos que van a garantizar la seguridad alimentaria, pero también van a mejorar la calidad de vida los jóvenes de este plantel educativo. Aquí se va a producir, en distintos ciclos, hortalizas como lechuga de clima caliente y tilapia roja, más de 600 kilogramos en cada uno de los ciclos, que aspiramos sea cada seis meses, para comercializar y también para consumo primario», explicó el director.

Samuel López, quien es estudiante de décimo grado y líder del grupo ecológico en la Institución Educativa San Juan Bosco de Sabanagrande, comentó que la Ecoescuela le ha resultado muy gratificante. Además, destaca que está recibiendo capacitación por parte de profesionales, ya que la experiencia va más allá de la simple venta de peces y hortalizas, involucrando también la producción y un valioso proceso de aprendizaje. “Sé que con esto vamos a ganar muchas cosas a futuro, me gusta porque nos hablan sobre los alimentos sostenibles y una de las cosas que más me impactó es que la lechuga se podía conservar con diferentes estrategias para hacerlas perdurar”, afirmó Samuel.

El profesor de biología y química en la Institución Educativa Juan V. Padilla de Juan de Acosta, Édgar Higgins, considera este proyecto de la Ecoescuela de gran importancia. Para él, se ha convertido en un entorno propicio para que los estudiantes puedan desarrollar un sentido de responsabilidad social y ambiental al interactuar con este entorno vivo.

“Aquí los chicos entran y aprenden sobre diversos temas, no solo en el área de las ciencias naturales, sino también sobre negocios verdes, economía circular, y eso los ayuda a construir su proyecto de vida, porque contribuye a la sostenibilidad ambiental y a un proceso de seguridad alimentaria, por lo que un estudiante puede consolidar aquí su proyecto de vida y apuntar más adelante hacia la agroindustria, la producción agrícola y pecuaria, con estrategias más tecnificadas y aterrizadas, enfocados en la investigación”, manifestó el docente.