Dos soldados de la Décima Brigada del Ejército adscritos al Batallón Especial Energético y Vial No 2, quienes prestaban seguridad en la base militar de La Jagua de Ibirico, Cesar, murieron de manera sorpresiva víctimas de una rara enfermedad que les afectó el sistema respiratorio, según el diagnóstico inicial.

Mientras tanto otros siete soldados alcanzaron a ser llevados al Hospital Militar en Bogotá con la misma sintomatología, y al parecer se encuentran en plena recuperación.

El síndrome fue detectado desde el pasado viernes 17 de diciembre, y en principio los afectados fueron trasladados a la clínica Laura Daniela de Valledupar.

Los uniformados que murieron responden a los nombres de Luis Fernando Salcedo Blanco, de Becerril, Cesar; y Norbey Alejandro Bolaños Sanjuan.

Los casos llamaron la atención porque se llegó a pensar en un posible brote masivo de Covid que podría extenderse en toda la unidad castrense.

«Los soldados que fallecieron presentaban condiciones críticas. Esto impidió ser trasladados en avión a Bogotá. Los médicos agotaron todos los recursos posibles para salvarles la vida”, declaró el brigadier general Néstor Caro Gutiérrez, Comandante de la Décima Brigada del Ejército.

Los primeros exámenes a los afectados descartaron casos de Covid-19, aunque se desconoce el virus que ha causado estos decesos.

Para prevenir una situación más grave, el Ejército aisló 60 uniformados para examinarlos y darles la atención médica necesaria.

Los militares afectados hacen parte de un contingente de 800 soldados que prestan servicio en el área carbonífera del Cesar.