Una tragedia ha sacudido a la comunidad colombiana en Estados Unidos y ha llenado de luto a una familia en Bogotá. Dos niñas colombianas, de 9 y 13 años, perdieron la vida en un devastador incendio ocurrido la noche del miércoles 9 de abril en Millville, Nueva Jersey. Las pequeñas, identificadas como Sami y Valeria Rodríguez, quedaron atrapadas entre las llamas dentro de la vivienda donde residían con sus padres, quienes emigraron recientemente en busca del anhelado “sueño americano”.
El incendio, que arrasó con al menos siete casas del vecindario, se desató cuando decenas de residentes se disponían a descansar. Según el reporte de las autoridades locales, las primeras llamadas de emergencia indicaban que dos viviendas estaban envueltas en fuego, pero la intensidad del incendio hizo que se propagara rápidamente a otras estructuras, alcanzando vehículos y afectando incluso un camión de bomberos.
En medio del caos, los cuerpos de las menores fueron hallados horas después por los equipos de rescate. El padre de las niñas, quien sufrió graves quemaduras, fue quien alertó de su desaparición al no encontrarlas durante la evacuación. La causa del siniestro aún es materia de investigación.
Desde Bogotá, la abuela de las niñas, Lidia Gómez, habló entre lágrimas con medios de comunicación. Relató cómo recibió la llamada que le cambiaría la vida: “Me dijeron que mis dos niñas habían fallecido… una de ellas acababa de cumplir años y me había enviado un video celebrando”. Ahora, su mayor deseo es obtener una visa humanitaria para viajar a EE. UU. y acompañar a su hija, quien atraviesa uno de los momentos más dolorosos de su vida.
“Mi hija me necesita allá, y yo solo quiero poder abrazarla y despedir a mis nietas”, expresó Gómez, pidiendo el apoyo de las autoridades diplomáticas para facilitar su viaje.
La comunidad del barrio Villa del Cerro, en la localidad de Rafael Uribe Uribe de Bogotá, donde vivía la familia antes de emigrar, organizó una emotiva velatón este domingo. Con globos blancos y oraciones, vecinos y allegados despidieron simbólicamente a Sami y Valeria, recordando con amor a las pequeñas que se fueron demasiado pronto.
Aunque la repatriación de las cenizas está sobre la mesa, la familia prioriza por ahora conseguir los medios para estar juntos en territorio estadounidense y brindar apoyo a quienes sobrevivieron a esta tragedia. Mientras tanto, la diáspora colombiana y los vecinos de Millville han comenzado campañas de solidaridad para acompañar a la familia Rodríguez Gómez en su duelo y proceso de recuperación.