La directora del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), Astrid Cáceres, quien asumió su cargo en marzo de 2023, ha sacudido al país al revelar una presunta red de corrupción dentro de la entidad que ha acaparado varios contratos. En una entrevista exclusiva con El Espectador, Cáceres explicó los hallazgos de dos auditorías realizadas a los procesos de contratación, destacando que algo no marcha bien en el interior del ICBF.
«Encontramos que algo no estaba en orden en nuestros procesos de contratación», declaró Cáceres. La directora señaló que se descubrieron 220 contratos en manos de 59 operadores, todos con el mismo representante legal. Esta situación levanta sospechas sobre posibles prácticas irregulares que podrían estar perjudicando el adecuado funcionamiento y la transparencia en el manejo de los recursos destinados al bienestar familiar en Colombia.
Estas denuncias de corrupción han generado un fuerte impacto en la opinión pública, así como un llamado urgente a las autoridades competentes para investigar a fondo estas irregularidades y tomar las medidas necesarias para garantizar la integridad y eficiencia en la gestión del ICBF.
La directora Cáceres ha manifestado su compromiso de llevar adelante una revisión exhaustiva de los procesos internos y colaborar con las autoridades para esclarecer estos hechos y sancionar a los responsables. Además, ha subrayado la importancia de fortalecer los mecanismos de control y vigilancia para prevenir futuros casos de corrupción en la entidad.
El impacto de estas revelaciones se ha extendido más allá del ámbito nacional, generando preocupación entre organizaciones internacionales que colaboran con el ICBF en programas de bienestar familiar. Se espera que este escándalo lleve a una revisión profunda de los procedimientos de contratación y una mayor transparencia en la gestión de recursos públicos destinados a garantizar el bienestar de las familias colombianas.
