En conmemoración del «Día de la Gastronomía Sostenible», celebrado cada 18 de junio, los expertos lingüistas de Babbel presentan un glosario con los términos que dan forma a este movimiento culinario en Argentina y en el mundo.

La Gastronomía Sostenible es sinónimo de una cocina que considera el origen de los ingredientes, cómo se cultivan y cómo llegan a los mercados y, finalmente, a los platos de las personas. «Desde Babbel queremos subrayar la importancia de los términos que definen este movimiento culinario, pues abarcan prácticas que buscan no solo deleitar nuestro paladar, sino también preservar los recursos naturales y respetar el equilibrio del medio ambiente», comentó Esteban Touma, profesor de Babbel Live.

Los pilares de la gastronomía sustentable son la disminución de residuos, el uso racional de los recursos, la producción sustentable, el respeto por los productos de temporada y el compromiso social para promover el comercio justo con productores y clientes.

Entre los conceptos destacados por Babbel se encuentran los locales «Zero Waste» (Basura Cero), que minimizan los residuos; el «Kilómetro 30» o «gastronomía de kilómetro cero», que promueve el uso de productos locales; la cocina circular, que aprovecha al máximo cada componente de los alimentos; y la alimentación regenerativa, que busca mejorar los ecosistemas y la salud del suelo.

Además, se resaltan términos como «Farm-to-Table» (De la Granja a la Mesa), que prioriza la proximidad geográfica entre la granja y el consumidor; «Water footprint» (Huella Hídrica), que mide el volumen de agua utilizada en la producción de alimentos; y «Wild-caught» (Pescado Salvaje), que se refiere a los productos pesqueros obtenidos de poblaciones silvestres.

El reciclaje de aceite de cocina usado, el «Sourcing Ético» (selección de proveedores responsables) y la ganadería regenerativa también forman parte de esta filosofía culinaria que abraza la responsabilidad ambiental y social.

«Conocer el significado de cada uno de estos términos y adoptarlos en nuestra vida cotidiana no solo nos permite disfrutar de una experiencia culinaria más saludable y satisfactoria, sino que también contribuye activamente a la preservación del planeta y al bienestar de las comunidades locales», concluyó Touma.