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Covid-19: El virus que desató la corrupción

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Como si se tratara de una película o una serie relacionada a esta pandemia. El Covid-19 mutó, y no fue para propagarse ligeramente. Su velocidad no se mide en kilómetros por hora, sino en interés por dinero. Es momento de mostrar al mundo que la redención llegó, y no fue precisamente de Reino unido, EE.UU o Alemania. La salvación en los mesías, esos que aparecen en periodo electoral, quise decir, en época de necesidad. — Me disculpan los amigos creyentes, pero esto es una idea para abrir debate frente al atropello, que presagio se viene.

Estos Mesías a los que me refiero, son aquellos que tienen poderes «curativos», quiero decir, paliativos, porque sólo quitan el dolor por un tiempo, pero la enfermedad sigue hasta el deceso del individuo. Ese que el poder olvidó. Calman el hambre, pero no la quitan, es como el guineo maduro (banano), y en los barrios populares, la cola con pan, salchichón y queso.

Yo quisiera tener tanta fe, pero no en estos «Mesías Paliativos». Sueño con ver, así como la buena redistribución de las riquezas, la verdadera y eficaz distribución de las vacunas. A mi pueblo sano y salvo. Ojo, del Covid-19 y también del Covid-19 Plus, no de los mesías. ¡Dios nos salve!

 

Autor: Oscar Edgardo Bermudez Acosta