En una serie no apta para cardiacos, con muchas emociones, goles errados y la necesidad de remontar un marcador adverso, Deportivo Cali salió al terreno de juego a tener una noche inolvidable y conseguir la clasificación a cuartos de final de la Copa Sudamericana.

La situación, como era de esperarse, evidenció a un equipo visitante atrás, con doble línea de cuatro y dispuesto a salir de contraataque con el objetivo de liquidar la llave. Sin embargo, el equipo colombiano nunca perdió la confianza, exhibió paciencia y tuvo oficio para administrar los momentos más duros.

Sand, jugador argentino, que llegó de Lanús, al minuto 45, convirtió el gol que empató la serie y forzaba a los penaltis. Ya se respiraba más calma en el Palmaseca, aunque los nervios no se iban.

Otro momento duro fue la expulsión del central Rosero, que sucedió en el minuto 60 y obligó al técnico Pelusso a ordenar fuerzas de nuevo. Daba la sensación que se verían penales, por lo cual, los arqueros serían las figuras.

Una vez que se terminaron los 90 minutos, los futbolistas se hidrataron, escucharon indicaciones, inflaron el pecho y aquellos con más agallas se disponían a lanzar los penales. En este instante, el arquero Camilo Vargas, del equipo caleño, reflejó tranquilidad y daba la sensación que sabía el desenlace: Cali pasaba la serie y él se convertía en figura.

Los penales se decidieron de esta manera:

Cali ahora espera en cuartos de final por el ganador entre Santa Fe y Millonarios, cuyo partido de ida finalizó 0-0 y tendrá un desempate vibrante en el compromiso de vuelta. La Copa Sudameriacana tendrá a un equipo colombiano entre los cuatro mejores del torneo.