River e Independiente anoche disputaron el partido de vuelta, válido por los cuartos de final de Copa Libertadores, que se jugó en el Monumental, Buenos Aires, Argentina. Fue un compromiso que ganó en emociones a medida que los minutos transcurrían, dejó polémicas y ganó el equipo de Gallardo con un marcador de 3-1.
Una de las acciones más comentadas fue la de Pinola: el central de River rechazó un balón hacia arriba, le pegó una patada fuerte a Benítez, quien cayó dentro del área y pidió penalti. Sin embargo, la terna arbitral decidió que la acción era lícita y el partido se mantenía en empate.
El primer gol del partido llegó en un contraataque: River recuperó el balón en su área, ejecutó una transición dinámica, que en el momento exacto, Borré habilitó a Scocco, que definió al palo del arquero, convirtió el primer gol de la noche y River aseguraba el tiquete a semifinales de la Copa Libertadores.
Independiente, por su parte, no bajó los brazos, insistió, salió a buscar el empate y encontró la igualdad en el minuto 55: Gigliotti disparó al arco, Armani entregó un rebote, Romero lo ganó y envió el balón a la red. Con ese resultado, el equipo de Avellaneda pasaba a la siguiente ronda de la Conmebol Libertadores.
Quintero, el jugador colombiano, que fue uno de los jugadores más destacados del Mundial Rusia 2018, encontró espacios, posicionó su cuerpo, y antes de entrar al área, envió un remate con una ubicación precisa, que fue imposible para Campaña, convirtió un golazo y le devolvió la tranquilidad a los hinchas de River.
La anotación final iba a ser convertida por el colombiano Borré, que acomodó el balón en un ángulo, festejó el golpe final y River clasificó a semifinales, instancia en la cual se cruzará con Gremio.
Lo más destacado para los colombianos fue el rendimiento mostrado por Borré y Quintero, que están en un nivel muy alto, en especial el segundo, que este año, a pesar de no tener la continuidad deseada, aparece en los momentos cruciales y seguramente será vendido en diciembre a algún equipo europeo.
