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¿Cómo les fue a las administraciones salientes en economía? analistas presentan sus conclusiones

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Recientemente analistas de Sectorial.co llevaron a cabo un análisis en profundidad sobre el desempeño de las alcaldías en las principales ciudades de Colombia. Esta evaluación ha arrojado resultados interesantes.

Bogotá, la capital de Colombia, que ha sido el epicentro de la política y el desarrollo económico en el país, en general, arroja un balance moderado. Así lo afirma Alejandro Escobar, director estratégico de Sectorial.co, para quien “si bien no se le puede catalogar como una ‘superalcaldía’, tampoco puede ser considerada como una gestión desfavorable”. La administración de Claudia López ha enfrentado desafíos en cuanto a la seguridad, un problema que se extiende a nivel nacional, pero ha logrado mantenerse a flote en este aspecto.

Respecto a la infraestructura, Bogotá ha logrado avances notables. La ejecución de proyectos de desarrollo ha sido eficiente, lo que ha dejado a la ciudad con una serie de desarrollos relevantes que prometen un futuro más próspero. Sin embargo, es necesario abordar los desafíos de seguridad para mantener este progreso.

Según el análisis del Producto Interno Bruto (PIB) de la capital de Colombia, es notable el crecimiento en los últimos años. En 2019, el crecimiento del PIB aumentó ligeramente al 3.5%, mostrando una economía sólida, atrayendo inversión y generando empleo.

No obstante, en 2020, frente al desafío significativo que supuso la pandemia de COVID-19, el PIB se contrajo drásticamente, registrando una disminución del -6.7%. Las restricciones impuestas para contener la propagación del virus impactaron negativamente en sectores clave como el turismo y la restauración.

En 2021, hubo una recuperación notable, con un crecimiento del PIB de Bogotá del 11.3%, debido en gran medida a la flexibilización de las restricciones y al aumento de la demanda en diversos sectores. El crecimiento continuó en 2022, con una tasa del 9.5%, logrando mantener su impulso económico, atrayendo inversión y experimentando un aumento en la producción en varios sectores.

Estas cifras reflejan la resiliencia y capacidad de adaptación de Bogotá ante desafíos económicos significativos, como los experimentados en 2020 debido a la pandemia. La recuperación en 2021 y 2022 muestra un fuerte compromiso con el crecimiento económico y el desarrollo sostenible en la capital colombiana.

Medellín y Cali, el contraste

Tanto Medellín como Cali han tenido un desempeño económico desfavorable en los últimos años. La popularidad de las alcaldías de Daniel Quintero y Jorge Iván Ospina, respectivamente, se ha desplomado, y han sido señaladas por indicadores de desarrollo económico y casos de corrupción. Las empresas y la inversión en estas ciudades han disminuido, lo que ha dejado a Medellín y Cali en una especie de «limbo» en cuanto a su desarrollo económico.

En 2019, el PIB de Medellín aumento un 6.9% respecto al año anterior. En 2020, cayó al -7.8% y se recuperó lentamente en el 2021 alcanzando un crecimiento del 7.1%. En 2022 se presentó un aumento del 4.7% respecto al 2021. En cuanto a Cali, las cifras del PIB registran crecimiento del 3.5% en 2019; una caída del -8% en 2020; un incremento del 6,9% en 2021; y un aumento del 5% en 2022.

“Uno de los aspectos más preocupantes es el aumento de la violencia en ambas ciudades. Los índices se han disparado, lo que ha afectado la calidad de vida de los ciudadanos y ha generado una sensación de inseguridad. Esto plantea un desafío urgente para las autoridades locales en términos de seguridad pública”, señala Escobar.

Barranquilla, en expansión

La capital del Atlántico ha continuado con la línea histórica de desarrollo de infraestructura. Esta ciudad costera ha experimentado un cambio positivo en términos de infraestructura, lo que contribuye a su desarrollo económico y atractivo para la inversión.

El PIB de Barranquilla y su área metropolitana creció el 3,4% en 2019; se contrajo en un -6,8% en 2020; se recuperó al 5,2% en 2021 y para el 2022, registró un incremento del 4,1%. Para el analista de Sectorial.co, “aunque los niveles de seguridad no son los más altos, la ciudad ha mantenido una estabilidad relativa. Se espera que la administración actual continúe con esta tendencia positiva”.

En conclusión, el balance de las alcaldías en las principales ciudades de Colombia muestra una diversidad de resultados. Bogotá mantiene una posición intermedia, mientras que Medellín y Cali enfrentan desafíos significativos en varios frentes. Barranquilla ha mantenido una trayectoria positiva en términos de infraestructura y desarrollo económico. Es importante que estas ciudades aborden sus desafíos de manera efectiva para garantizar un futuro próspero y seguro para sus ciudadanos.