La Cancillería de Colombia expresó su preocupación por la reciente operación militar de Israel en el Campo de Refugiados de Yenín, en los Territorios Palestinos Ocupados, la cual ha desencadenado un ciclo de violencia con consecuencias fatales para los civiles. En un cambio de postura frente al conflicto entre Israel y Palestina, el Ministerio de Relaciones Exteriores emitió un comunicado condenando la ofensiva israelí que ha dejado un saldo de 11 palestinos muertos, la mayoría de ellos milicianos, y 4 menores, además de aproximadamente 120 heridos, 20 de ellos en estado crítico.

La operación militar también ha provocado el desplazamiento de alrededor de 3.000 residentes del campo de refugiados, que ahora se encuentran sin servicios básicos como agua y electricidad debido a la destrucción ocasionada. En este sentido, el Gobierno de la República de Colombia expresó su profunda preocupación por los hechos y rechazó cualquier forma de violencia o actos unilaterales que incrementen la confrontación y la tensión en la zona. Estas acciones agravan la situación humanitaria en la densamente poblada región y obstaculizan la búsqueda de la paz y la viabilidad de una solución basada en dos Estados.

Anteriormente, el Gobierno de Colombia, encabezado por Iván Duque, apoyaba al Gobierno de Benjamín Netanyahu, e incluso el expresidente colombiano se reunió con el primer ministro israelí en Israel hace algunas semanas. Sin embargo, el cambio de postura se produjo con la llegada del nuevo Gobierno liderado por Gustavo Petro, siendo ésta la primera vez que Colombia se pronuncia en contra de las ofensivas israelíes en territorio palestino ocupado.

Además de condenar la operación militar, la Cancillería colombiana expresó su preocupación por las acciones de los colonos israelíes y el anuncio del Gobierno de Israel de ampliar los asentamientos en Cisjordania. También manifestó su preocupación por el reciente ataque en Tel Aviv, donde un palestino atropelló y apuñaló a siete civiles israelíes, dejándolos heridos.

Colombia hace un llamamiento para que cesen los actos de violencia y hace votos para que Israel y Palestina reinicien el diálogo, que conduzca a una solución definitiva del conflicto palestino-israelí, en conformidad con el Derecho Internacional y las resoluciones de las Naciones Unidas.