En un hecho histórico, Obteniendo entre el 58,3% y el 60,7% de los votos, según el conteo rápido del Instituto Nacional Electoral (INE). Sheinbaum es elegida como la primera presidenta de México. La cual en su discurso ha prometido continuar el legado del actual presidente, Andrés Manuel López Obrador, un nacionalista de izquierda.

Sheinbaum, ganadora del Premio Nobel, agradeció a López Obrador en su discurso de victoria, calificándolo como «un hombre excepcional y único que ha transformado a México para mejor». Su mandato comenzará el 1 de octubre, y su triunfo representa un paso significativo para un país que durante años ha promovido valores y roles tradicionales para las mujeres.

La candidata opositora, Xóchitl Gálvez, reconoció su derrota al obtener solo entre el 26,6% y el 28,6% de los votos.

Sheinbaum asume un país con grandes desafíos. Hereda un déficit presupuestario considerable y un bajo crecimiento económico, pero cuenta con un amplio apoyo en el Congreso, lo que podría facilitar la implementación de su agenda. Sin embargo, mejorar la seguridad sigue siendo un reto importante, especialmente tras una campaña electoral marcada por la violencia, con 38 candidatos asesinados y dos personas muertas en centros de votación en Puebla.

Las felicitaciones internacionales no se hicieron esperar. El presidente colombiano, Gustavo Petro, celebró la elección de Sheinbaum como «un triunfo para el pueblo mexicano y para su democracia».

En cuanto a relaciones exteriores, Sheinbaum enfrentará tensas negociaciones con Estados Unidos sobre inmigración y seguridad, especialmente si Donald Trump gana la presidencia en noviembre.

Internamente, Sheinbaum deberá abordar la escasez de electricidad y agua, atraer a fabricantes a través del nearshoring, y redefinir el modelo de negocio de Pemex, la empresa petrolera estatal con graves problemas financieros.

Sheinbaum ha rechazado las acusaciones de la oposición que la tildan de «títere» de López Obrador, prometiendo ser una presidenta independiente, aunque continuando con muchas de las políticas del actual mandatario, especialmente aquellas dirigidas a los más pobres de México.

«Existe la expectativa de que ella continúe las políticas de López Obrador, pero al mismo tiempo se convierta en su propia presidenta», comentó Jason Marczak del Atlantic Council. Por su parte, la analista política Viri Ríos atribuye al sexismo las críticas hacia la autonomía de Sheinbaum, destacando que muchos no creen que ella tomará sus propias decisiones debido a su género.