La administración del presidente Donald Trump reavivó el debate sobre el origen del Covid-19 con la publicación de un polémico informe titulado “Fuga de laboratorio: Los verdaderos orígenes del Covid-19”, en el que asegura que agencias federales suprimieron intencionalmente la teoría del escape de laboratorio por intereses políticos y falta de transparencia.
El documento, divulgado a través del portal oficial de la Casa Blanca, acusa directamente a funcionarios de la administración anterior —incluido el Dr. Anthony Fauci— de desestimar la hipótesis del laboratorio en Wuhan, promoviendo en su lugar la narrativa de un origen natural del virus.
¿Qué revela el informe?
Entre los hallazgos más destacados del informe se encuentran:
Características biológicas del virus que, según el reporte, “no se encuentran en la naturaleza”.
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Evidencia de que todos los casos conocidos de Covid-19 derivan de un solo evento de contagio, a diferencia de pandemias anteriores que se originaron en múltiples ocasiones.
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Registro de síntomas similares al Covid-19 en investigadores del Instituto de Virología de Wuhan (WIV) antes del primer brote oficial.
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Historial del WIV en investigaciones de ganancia de función con protocolos de bioseguridad inadecuados.
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Falta de pruebas concluyentes sobre el supuesto origen natural del virus, lo que para el gobierno estadounidense fortalece la hipótesis del laboratorio.
El informe también revela que la CIA desclasificó documentos que respaldan la posibilidad de un accidente de laboratorio como detonante de la pandemia.
Acusaciones y posturas
El congresista Brad Wenstrup, presidente del Subcomité Especial sobre la Pandemia, afirmó que ya no se puede calificar como “conspiración” la idea de que el virus escapó de un laboratorio, mientras que John Ratcliffe, director de la CIA, calificó la desclasificación como un acto de transparencia.
Además de acusaciones a Fauci, el documento responsabiliza a instituciones como los Institutos Nacionales de Salud (NIH) y a la EcoHealth Alliance, por financiar investigaciones de riesgo en Wuhan. El texto también menciona la supuesta inacción de agencias federales para investigar el tema a fondo durante la administración Biden.
Reacciones internacionales
Desde Beijing, la respuesta no se hizo esperar. El portavoz de la embajada china en EE.UU., Liu Pengyu, reiteró el rechazo de su país a cualquier intento de “politizar” el origen del virus, calificando las nuevas afirmaciones como “infundadas y estigmatizantes”.
¿Y ahora qué?
Aunque el documento admite que tanto el origen natural como el accidente de laboratorio siguen siendo hipótesis posibles, sostiene que si hubiera pruebas del primero, “ya habrían salido a la luz”.
Con esta publicación, la administración Trump busca reforzar su narrativa previa y presionar por más investigaciones independientes. Mientras tanto, el mundo sigue esperando una conclusión definitiva sobre el origen de la pandemia que cambió la historia reciente.