Calderón, que por momentos estuvo en el décimo puesto, regaló sobrepasos fantásticos, exhibió una fortaleza mental muy destacada, consiguió un buen ritmo de carrera, pero el desgaste de los neumáticos le impidieron estar en el lote de los puntos.
La colombiana, quien hace parte del equipo Jenzer Motorsport, compite en la GP3, ubicada dos escalones por debajo de la máxima categoría del automovilismo y que sueña con correr un Gran Premio de Fórmula 1, demostró que tiene talento para luchar por los puntos, pero que carece de suerte.
En el Hungaroring la bogotana empezó con una remontada obligatoria, pues al partir desde el puesto 15, atacó de manera destacada y su manejo le dio para ilusionarse con entrar en los 10 primeros puestos. Sin embargo, los neumáticos no respondieron en el final de la forma esperada y Calderón finalizó en el puesto número 11.
El saldo de Calderón en Hungría deja conclusiones provechosas, donde la mayoría permiten que crezca como piloto y cada día se encuentre más cerca de cumplir su sueño: correr una carrera de Fórmula 1.
Cabe destacar que la carrera en el Hungaroring fue de 22 vueltas, que ganó Mazepin, seguido de Pulcini y Hubert. El ruso, que salió victorioso, regaló un espectáculo y se llevó un triunfo merecido.
Mañana tendremos la segunda carrera de la GP3, que será a 17 vueltas y la representante colombiana desea conseguir una alegría en Hungría. Calderón tiene un talento interesante, pero su cuota de suerte es muy baja.
