Este martes, la Alcaldía de Bogotá, en su apuesta para seguir consolidándose como epicentro de paz y reconciliación en el país, brindó acompañamiento, a través de la Alta Consejería de Paz, Víctimas y Reconciliación a organizaciones sociales para llevar a cabo la conmemoración del Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas. Día en el que hacemos un reconocimiento y dignificamos a quienes fueron desaparecidos durante la guerra en Colombia.

Según el Observatorio Distrital de Víctimas, las víctimas del conflicto armado que residen en Bogotá (369.447) han sufrido, a corte de abril de este año, 7.956 sucesos de desaparición forzada, una de las más cruentas y dolorosas violaciones a los Derechos Humanos y al Derecho Internacional Humanitario.

“A los familiares, buscadoras y buscadores, les reitero el compromiso que tiene el Distrito para acompañarlos y fortalecer los planes de búsqueda que tengan las organizaciones. Este día, además de conmemorar, nos debe llevar a pensar en que pronto conozcamos la verdad y que haya justicia para avanzar en la reparación integral de las víctimas. Buscar la verdad dignifica la memoria”, dijo Vladimir Rodríguez, alto consejero de paz de Bogotá.

Nueve organizaciones, entre ellas MAFAPO (Madres de Falsos Positivos de Colombia), estuvieron presentes en la Plaza de Bolívar para compartir sus experiencias con la ciudadanía, rendir homenaje a sus desaparecidos y ratificar la lucha por la tan anhelada verdad.

Así mismo, hubo muestras artísticas como la presentación de la batucada Malanga y el coro de Tuna de la Universidad Nacional.

“Desde la Unidad para las Víctimas queremos solidarizarnos con quienes han sufrido la desaparición de un ser querido. Y que sepan, como lo ha dicho nuestra directora, Patricia Tobón, que seguiremos trabajando con ustedes y apoyándolos en este duro camino”, fueron las palabras de  María José Dangón, directora territorial central de la Unidad y Reparación Integral a las Víctimas.

Bogotá ratifica su compromiso para darle prioridad a la desaparición forzada en la agenda de Derechos Humanos de la ciudad y, por ende, del país, trabajando en la construcción de memoria, la reparación simbólica y en la difusión de propuestas y actividades de las diferentes organizaciones de buscadoras y buscadores, que siguen en la ardua tarea de conocer la verdad para así poder pensar en una paz duradera.