La música siempre ha sido mi pasión, mi escape. En ella siempre he encontrado el refugio para desahogarme de lo que me afecta en mi diario vivir, al haberme encaminado desde la infancia al mundo espiritual. Empecé como tarotista a los 10 años y desde ese momento no me he detenido en mi búsqueda a través de las diferentes culturas, de las cuales me he nutrido mucho. Entre ellas se encuentran el budismo, las creencias afrocubanas desde Cuba hasta el África nigeriana para la publicación de mi libro y película documental “Ordun, Aye yoruba y Santería”. También he investigado sobre los chamanes de Mongolia, el hinduismo, la parapsicología, y en estos 5 últimos años con indígenas del Amazonas colombiano. Ahí descubrí todo un escenario inspirador por medio de una copita de Yagé o Ayahuasca. Esto me ha llevado a un universo donde la Divinidad es un padre creador de diferentes dioses, semidioses, ángeles, santos, seres de luz que danzan al ritmo de la música celestial, transmitiendo el mensaje espiritual divino de diferentes formas, donde no hay distinción de razas ni tampoco jerarquías, solamente amor”, dice Arnulfo González.
El tema Ayahuasca Pinta, hace parte del álbum musical “Entre el cielo y la tierra”, una producción musical que busca llevar al oyente a un estado meditativo, que le permita poco a poco, comenzar el cambio de su estilo de vida, de pensamientos y de actuar. Vivimos momentos de crisis a nivel mundial y para lograr la paz, debemos comenzar por nuestro interior, de adentro hacia afuera. Ese será el verdadero y necesario cambio de la humanidad.
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