Las autoridades judiciales han abierto un nuevo frente investigativo en torno a Armando Benedetti, actual embajador colombiano ante la FAO y excongreista. Según la información oficial, la Corte Suprema de Justicia ha decidido abrir un expediente contra el diplomático por presuntos delitos relacionados con tráfico de influencias, cohecho y enriquecimiento ilícito durante su etapa como servidor público.

Los hechos bajo la lupa de los investigadores giran en torno a supuestas maniobras irregulares que Benedetti habría llevado a cabo con el presunto objetivo de favorecer los intereses comerciales del empresario Euclides Torres en la región Caribe. De acuerdo con los primeros indicios, el exsenador habría utilizado su influencia para impulsar una iniciativa legislativa en 2012 que estableció requisitos específicos para la obtención de permisos de porte y tenencia de armas.

Según los fiscales, esta normativa habría beneficiado de manera directa a Torres, quien se dedica a actividades relacionadas con la comercialización de armas en esa zona del país. Las pesquisas apuntan a que Benedetti, junto a otros presuntos implicados como Tatiana Cabello y Efraín Torres, habrían recibido dádivas a cambio de agilizar la aprobación de dicha ley en el Congreso.

Si bien el embajador colombiano aún no se ha pronunciado sobre estos cargos, las primeras filtraciones sugieren que las autoridades cuentan con pruebas contundentes sobre un presunto entramado de corrupción que involucraría a altos funcionarios públicos y empresarios influyentes.

Este nuevo proceso judicial representa un duro golpe para Benedetti, quien ya había enfrentado otros escándalos durante su trayectoria política. Las pesquisas continuarán su curso en los próximos meses, mientras el exsenador deberá responder ante la justicia por estos graves señalamientos que amenazan con empañar su imagen pública.