Según el Informe Mundial sobre Drogas 2021 de la Oficina de la ONU contra la Droga y el Delito (UNODC), que muestra información recopilada entre junio de 2020 y junio de 2021, en el mundo hay alrededor de 275 millones de personas que consumen drogas.
Una parte de ese número de sujetos acuden a las redes sociales para adquirir sustancias psicoactivas. De hecho, la UNODC estima que esos mercados negros generan 315 millones de dólares en ganancias anuales (más de un billón de pesos colombianos).
Debido a esto, la Administración de Control de Drogas (DEA) decidió realizar una investigación para conocer de primera mano cuáles son las estrategias utilizadas por los comerciantes de droga para hacerse con un nuevo público. Los investigadores se dieron cuenta que los emojis constituyen uno de los lenguajes cibernéticos con más uso por parte de los protagonistas de estas transacciones ilegales.
Los jíbaros hallaron la forma de usar una serie de emojis para describir cada uno de los alucinógenos presentes en su catalogo. Usando el código morse, la presencia de uno u otro emoji cambia por completo el sentido de la comunicación, pues podría estar representando la existencia de una droga específica en el catálogo del jíbaro.
Tal y como lo señala la entidad, esta es una guía netamente educativa que busca alertar a las personas sobre el uso de emojis en actividades ilegales.