Según las hipótesis de investigadores e indígenas, esta práctica de la mutilación genital femenina viene desde España, en los tiempos de la colonia. Hoy en día, en Colombia los indígenas Embera son los únicos que la realizan en América Latina y el Caribe.

Se ha evidenciado en los grupos Emebera Catio y los Embera Chamí, todo este proceso se hace por circunstancias no médicas. La presidenta del Movimiento Indígena Social dice que la mutilación genital femenina es violencia.

Las encargadas de hacer la alteración y el corte de la parte genital son las parteras y matronas, todo esto para evitar el goce de las niñas entregadas a sus esposos.

Estas mismas comunidades, quienes realizan estas prácticas ancestrales luchan por erradicarlas.