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¿Cuáles son las tendencias de los colombianos en el consumo de proteína animal?

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La proteína es un nutriente esencial para el funcionamiento correcto del organismo. Así como existen tendencias de los consumidores colombianos respecto a ropa, productos de belleza, entre otros, también las hay en el consumo de proteína animal. En un mercado que debe estar al margen de las preferencias de los consumidores; temas como el consumo sostenible y la importancia de la producción local, se vuelven cada vez más relevantes para los colombianos cuando se trata de la decisión de compra acerca de los productos que incluyen en su alimentación.

“Los consumidores colombianos presentan diferentes tendencias a la hora de elegir las proteínas que quieren consumir en sus hogares; factores como la producción local y la sostenibilidad se vuelven cada vez más relevantes en un mercado donde las personas son cada vez más exigentes con los productos que consumen. En Cargill, generamos productos que cubren sus necesidades de acuerdo con los hábitos de consumo, que a la par, contribuyen a garantizar la seguridad alimentaria” afirmó Javier Brenes, director ejecutivo de Cargill Proteína Colombia.

¿Cuáles son las proteínas que más consumen los colombianos?

De acuerdo con Fenavi, el mercado de carne opera con tres proteínas básicas en Colombia: pollo, res y cerdo, cuya producción interna supera los 3 millones de toneladas, de estas, el pollo sumó una participación de 58,9% en el 2023 y sumando aves de fin de ciclo (ponedoras y reproductoras), la participación sería mayor al 60%. El mercado de pollo ha crecido en los últimos años gracias a que los precios relativos, frente a sus sustitutos más cercanos, han sido inferiores, y porque su precio se ha incrementado por debajo de la inflación, de esta manera, el pollo se ha consolidado como la proteína predilecta por los colombianos y representa un pilar fundamental en la industria agro a nivel nacional.

Teniendo en cuenta lo anterior, Fenavi afirma que la producción de pollo ha tenido una tendencia positiva de crecimiento a través de los últimos años, desde el 2019 hasta el 2023, ha crecido en un 7% y en el último año se produjeron 151.000 toneladas de pollo por mes. Además, zonas como Bogotá, Atlántico, Pacífico y Santander son las más relevantes para el consumo de esta proteína con un 75%.

Conscientes de las preferencias de los consumidores y las nuevas tendencias que orientan sus decisiones, Cargill ha desarrollado procesos de innovación con los que busca que sus productos se caractericen por calidad que buscan los colombianos, lo anterior, mediante acciones como; la implementación de empaques y bandejas diferenciadas como claripack que comunican esa frescura, y garantizan la inocuidad de los productos.

Tendencias de consumo: producción local y productos sostenibles

Una tendencia que ha tomado fuerza en los últimos años son los productos de proximidad, es decir, del interés del consumidor por conocer el origen de los productos que consumen y también la historia que hay detrás de ellos, como, por ejemplo; el proceso de producción local, puesto que, los consumidores no solo reconocen el origen de los alimentos que consumen sino también el factor de sostenibilidad que aporta al bienestar y crecimiento económico de la agroindustria en el país.

En Cargill, se busca que la producción conecte también con su propósito de sostenibilidad para contribuir con el desarrollo de los productores del país a través de alianzas en la producción local, como lo es el programa de producción de pollos a pequeña escala. De esta manera, la compañía garantiza su compromiso con aportar a cubrir la demanda de pollo a nivel nacional y a su vez contribuye con el desarrollo de los productores campesinos en el país.

El programa de producción de pollos a pequeña escala que realiza Cargill con familias productoras del Norte del Cauca funciona bajo un modelo de cuentas de participación. Allí, Cargill proporciona la materia prima, es decir, un pollito y el alimento balanceado para alimentarlo, el cual es entregado a varias de las personas de la comunidad de productores, quienes posteriormente crían y cuidan a los pollos para retornarlos a Cargill para su procesamiento. A la fecha 450 personas son beneficiadas de manera indirecta por este proyecto, entre ellos, se encuentran 30 productores pertenecientes a comunidades afrodescendientes e indígenas de esta región han podido recibir ingresos por su trabajo y se convierten agentes clave en la producción de pollo en el país.

Para el consumidor también es relevante la sostenibilidad en cuanto a la producción responsable de impacto al medio ambiente, y seguridad en los alimentos. Por ello, la innovación en temas como la emisión de gases de efecto invernadero en las fábricas también influye en las decisiones de compra. Frente a este aspecto, Cargill ha implementado el uso de energía alternativa en su Planta de Beneficio en Villagorgona, donde abastece sus operaciones gracias a paneles solares. Iniciativas como esta, hacen de la producción de proteína animal más sostenible y consciente de las expectativas de los consumidores.

“La necesidad de hacer que nuestro sistema alimentario sea más sostenible es urgente, como productores de alimentos es necesario tener una visión a largo plazo para escuchar y adaptarnos a los cambios que va trayendo el mundo. Por ello, es primordial promover un trabajo de mano de las comunidades, innovar en la realización de los procesos, garantizar la bioseguridad de los alimentos e implementar prácticas más sostenibles. Si los consumidores ya son conscientes de la importancia de estos factores, la tarea desde la industria es trabajar por tener una producción más responsable” concluyó Brenes.