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¡Regalías!

Álvaro Ramírez González
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Si hay un impuesto que llegue más directo a las regiones a fortalecer la ejecución de obras locales, es el de las regalías.

Según el artículo 332 de la Constitución, el Estado es propietario del subsuelo, y de los recursos naturales no renovables, y según el artículo 360, la explotación de estos recursos, causa una contraprestación a favor del Estado llamada Regalías.

Con los recursos que reciben las regiones de regalías, no se pueden financiar gastos de funcionamiento.

En ese sentido están hasta cierto punto, blindadas contra la politiquería.

Se pueden con esos recursos financiar estudios y diseños.

Hacen parte de un capítulo especial, pero se integran a los presupuestos municipales.

Muchísimas obras se han financiado o co-financiado con regalías.

Muchas obras municipales se le deben a las regalías.

Los principales generadores de regalías son el petróleo, el gas, el carbón, el níquel y los demás minerales.

A diferencia de los demás impuestos, las regalías compensan a las regiones de donde se explotaron los recursos.

Y después de gobierno Santos y su primer Ministro de Hacienda Juan Carlos Echeverry, se regaron como “mermelada”, a muchas regiones no productoras, para darle un poco de equilibrio al desarrollo regional.

Para las Empresas generadoras de regalías para las regiones, naturalmente este es un impuesto que se asimila a un “costo” de tipo legal.

Eso no tiene discusión.

Es dinero se saca de su flujo la Empresa para girar a las regiones.

En el Estado de Resultados de la Empresa, ese pago por Regalías, se descuenta de los ingresos por ventas, como cualquier otro costo y gasto.

Quiere decir que cuando la Empresa presenta a sus accionistas el estado de resultados, esas utilidades o pérdidas, ya han sido directamente afectadas (disminuidas) por las regalías.

Eso quiere decir que las regalías son claramente “deducibles”, de la utilidad.

Clarísimo.

La Reforma Tributaria que el Congreso le acaba de aprobar a Petro, elimina esa “deducibilidad” de las regalías en los estados de resultados de las Empresas que las generan.

Es una norma claramente ilegal porque el desembolso que hacen es claro e indiscutible y disminuye de manera igualmente clara, las utilidades de las Empresas.

Esa ley será naturalmente demandada ante el Consejo de Estado, y no tengo duda que la va a tumbar, por absurda, antitécnica y descaradamente ilegal.

Cobrar ese gravamen que resulta de la no deducibilidad de las regalías es tan anti técnico que pone a las Empresas a mostrar unas utilidades falsas.

Falsas porque ya el “costo”, y desembolso por regalías, las disminuyó.

Y los Estados de Resultados deben mostrar lo más nítidamente posible la situación real de las finanzas de la Empresa.

Esta ley Petro, deforma los resultados de las Empresas.

Eso no tiene tampoco discusión.

Me late que esa parte de la Reforma Tributaria, que le daría al Gobierno, algunos billones, se va a caer.

Por ilegal, anti técnica, y por qué altera abusivamente los resultados de las Empresas, alejando sus resultados de la situación real de las finanzas de esas Empresas.

Un atropello a la nitidez financiera de las Empresas.

¡No es sostenible semejante engendró legal!

 

Por: Álvaro Ramírez González