Italia impondrá toque de queda en todo el país y aislará las regiones con peores datos de contagio de coronavirus para frenar el avance de la pandemia, que ya deja más de 28.200 positivos y 353 muertos.

Así consta en un borrador difundido este martes por los medios locales del nuevo decreto que prepara el Gobierno, que deberá ser firmado en las próximas horas -todavía puede incluir modificaciones- después de negociarlo con los gobernadores de las regiones.

El texto, en vigor entre el 5 de noviembre y el 3 de diciembre del 2020, en primer lugar extiende a todo el territorio nacional un toque de queda entre las diez de la noche y las cinco de la madrugada y recomienda moverse solo lo indispensable el resto del día.

Las «de máximo riesgo» cerrarán todas sus actividades comerciales, excepto las de primera necesidad, como farmacias o supermercados, mientras que bares y restaurantes podrán operar con reparto a domicilio hasta el comienzo del toque de queda. Se permitirá que las personas salgan de casa a pasear o a hacer deporte «cerca de su propio domicilio», aunque siempre con la mascarilla, obligatoria al aire libre en todo el país.

El primer ministro, Giuseppe Conte, ya avanzó al Parlamento que en todo el país quedarán cerrados los museos, exposiciones y salas recreativas, además de los teatros, cines, salas de concierto, gimnasios y piscinas, esto último decretado ya el 24 de octubre.
Los centros comerciales quedarán clausurados los fines de semana y los festivos, al igual que en los otros niveles de riesgo, y el aforo en los medios de transporte quedará reducido a la mitad. El toque de queda a las diez de la noche también deberá ser respetado, como en el resto del país.