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Productores locales se sienten amenazados con la importación de leche

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Los ánimos entre productores y compradores de leche volvieron a encenderse, luego de que los primeros acusaron a los segundo de manipular el mercado con el fin de reducir los precios del líquido en medio de la actual crisis desatada por la pandemia de covid-19, hecho que tiene al borde de la quiebra a más de 300.000 familias que viven de la venta de leche a la gran industria.

El reclamo de los productores, representados en la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán), y de la Asociación Nacional de Productores de Leche (Analac) está, además, en los volúmenes de leche que los procesadores vienen importando, lo que reduce la cantidad que compran en el mercado interno, lo cual, a su vez, lo hacen a precios más bajos, según lo denunciado.

En los primeros cinco meses del presente año ingresaron al país 42.133 toneladas de productos lácteos, de los cuales 22.841 toneladas netas correspondieron a leche en polvo descremada y leche en polvo entera a un costo cercano a los 97 millones de dólares, según Fedegán.

Con ese ritmo de importaciones, unos 400 millones de litros de leche se les dejan de comprar a los ganaderos colombianos y se estaría llegando a más de 1.000 millones de litros importados a finales del 2020, advierte José Félix Lafaurie, presidente del gremio.

“Esta es la debacle para la ganadería colombiana, porque implica que un 30 por ciento de la transformación viene siendo adquirido en el exterior. Hoy lo que trajeron es más del 5 por ciento del total de la leche que se transforma en Colombia; es demasiado, y por eso se pueden dar el lujo de dejar de comprar y bajarles el precio a los ganaderos”, explica el vocero.

Así, según lo dicho por ambas agremiaciones, las procesadoras de leche, entre estas Alpina, bajaron hasta en 5 por ciento el precio final de compra a los ganaderos y fijaron cupos de entrega un 10 por ciento por debajo de su volumen habitual, reduciendo en 14,5 por ciento el ingreso de al menos 300.000 pequeños productores.

Según Analac, Alpina bajó el precio por litro y redujo en 10 por ciento la compra de leche al productor, argumentando la pandemia.

Pero las directivas de la compañía, cuya planta está en Sopó, Cundinamarca, dijeron que solo han importado 1.800 toneladas de leche y no 40.000 toneladas como se dio a entender, para abastecerse en la sequía de comienzo de año y para las preparaciones que requieren leche en polvo.

También aclararon que la empresa cada día les compra a los ganaderos 1,2 millones de litros a 3.500 productores.

Fondo solidario

Otro de los problemas que aducen los productores es el bajo consumo de leche en el país, lo cual puede haberse agudizado con la llegada de la pandemia.

Lafaurie dice que acá lo que hay es un consumo de los sectores medios y altos que puede estar entre 170 y 180 litros de leche per cápita; el estrato uno consume en promedio 36 litros y el dos, unos 54, luego hay más de 30 millones de personas que tienen un infraconsumo, mientras que el promedio per cápita en Europa y Estados Unidos ronda los 500 litros al año.

El país produce unos 7.500 millones de litros de leche cada año; no obstante, sostienen los ganaderos, la industria no alcanza a producir la mitad.

Lo cierto es que unos 30 millones de colombianos que viven en situaciones de mayor vulnerabilidad no tienen acceso a esta proteína, aun cuando sí tienen posibilidad de adquirir bebidas gaseosas, cerveza y agua.

Por eso, el vocero de los ganaderos comenta que una forma de combatir esta falencia es con la creación de un fondo solidario, para que en una pandemia como la actual se les pueda suministrar a los estratos más vulnerables leche a precios diferenciales para atender su consumo, que en algo les ayudará a los hogares de esos estratos.

“Al margen de que se haya podido bajar, el reclamo y la propuesta que hemos hecho es crear un fondo solidario donde aportemos los ganaderos, la industria y el Gobierno, para atender lo que es el consumo de los sectores populares”, precisó Lafaurie.

El directivo puntualizó, además, que la utilidad de la cadena se concentra hoy en la industria y el comercio, cuando lo que necesita el país es leche colombiana para todos, a un precio asequible, con una utilidad razonable para esos eslabones, y un precio decente para el ganadero, porque sin él… no habría nada.